- Asi que si eres el correcto después de todo - Me preguntó Samantha cuando te envió por ponche, su traje entallado le lucía espectacular - Me preocupaba un poco haber rayado la carpeta equivocada.
- ¿Espera...que? ¿Fuiste tú la que hizo eso en mi carpeta? - Le pregunté asombrado.
- Sip - Me respondió ella bebiendo un pequeño sorbo de su vaso viejo de ponche, se acercó un par de pasos a mi, medía casi tanto como yo, debía rondar el metro 78 - Ella hablaba mucho de ti. - Dijo como si nada.
- ¿Qué? - Pregunté de nuevo confuso.
- Si, la verdad es que estaba bastante celosa de ti, pero cuando dejaron de hablarse me preocupé mucho por ella, se deprimió bastante, no entendía que sucedía, pero le dolió - Volvió a beber.
- Yo de verdad lo siento, no lo sabía... - Me disculpé.
- No importa, casi nadie lo sabe en realidad, es una enfermedad rara, es más que un autista pero menos que un adulto...es excepcional, realmente única, pero bastante dificil de sobre llevar si no conoces su condición, es confuso de entender para la mayoría de las personas, por eso vine e hice eso sin que se diera cuenta - Me dijo pensativa.
- ¿Te enteraste de que Cherm se peleó con el tipo del que estabas celosa, tomaste tu auto y condijiste hasta aquí para luego buscarme y esperar el momento para tomar mi carpeta, solo para que tratara de hablar con ella? - Le pregunté incrédulo, ella sonrió.
- Estudio psiquiatría, trabajo medio tiempo y he estado ahorrando bastante, para poder llevarme a Cherm conmigo y apoyarla con su carrera de científica, pero si ella hubiese preferido quedarse contigo, la hubiese apoyado - Me explicó mirando como discutías con algún incauto que te tocó y como Lucy trataba de mediarlo.
-¿Harías todo eso por Cherm? - Le pregunté.
- Lwis, mírala bien...¿Ves esas cejas fruncidas? ¿Esos gestos y ademanes tan formales y tensos? ¿Cómo es más terca que una mula? Ahora imagina que has estado enamorado de esa chica toda la vida, por más extraña que sea, por mas testaruda o defectuosa que esté - Miré a Lucy, su gesto de preocupado agobio, sonreí - Ahora dime si no vale la pena conducir cientos de kilómetros solo para que que no pierda el único amigo que tiene en el mundo, incluso si eso te remplaza a ti.
- Ella jamás te cambiaría, está loca por ti - Le respondí.
- Lo sé, pero hoy fue la primera vez que me lo dijo - Sonrió entre las luces azules - Mi corazón no deja de latir... - Tocó su pecho, se mordió el labio - ¡A la mierda el auto control! - Salió corriendo, te tomó por la cintura y de imprevisto, te besó.
Cherm, siempre seremos los mejores amigos ¿Verdad?
Cuando me case Cherm, te juro que estarás ahí junto al altar conmigo, justo a lado de Sam, solo dale tiempo a Lucy, no está acostumbrada, no sabe como reaccionar.
Pero eso ya lo sabes ¿Verdad Cherm?
Te diste cuenta cuando Lucy corrió despavorida y se ocultó en mis brazos.
Sam rio, tú estabas más roja que un tomate, todos las miraban.
- ¡Sacame de aqui! - Gritaste.
- ¡A la orden capitán! - Respondió Sam, te tomó en brazos y logró escapar, escuché tus gritos de ¡Bajame ya!
Pero ella no lo hizo, te subió al auto, y entre risas te llevó a tu verdadero hogar.
Adiós Cherm, se que nos volveremos a encontrar.
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De Literatura Y Química
Short StoryElla era una chica cualquiera entre miles de chicas cualquiera. Yo era un chico cualquiera, entre miles de chicos cualquiera. Pero, por un breve espacio de tiempo nuestras vidas coincidieron. Ella odiaba la poesía, yo no entendía la química. Siempre...