De Literatura Y Química

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- ¡Dios mio! ¡Cherm! - Te gritó Lucy al verte bajar de un auto negro.

Tacones blancos, un vestido corazón con la espalda descubierta y una pequeña abertura que dejaba ver tu largas piernas.

Estabas vestida de negro, tu piel blanca resplandecía, tu cabello recién cortado lucía espectacular junto con tus ojos de gato bien delineados.

- ¡Cherm de verdad estás hermosa! - Volvió a gritar Lucy mirandote de arriba a abajo.

- ¡Más vale que sea cierto, he roto mi regla de no usar faldas con tacones de aguja después de las 7 p.m.! - Resoplaste con altanería - Ademas yo siempre me veo espectacular.

- No puedo esperar a conocer al afotunado - Dijo Lucy dando saltitos.

¡Rayos! Pensé, había olvidado preguntarte si había sido un error o en realidad Sam...

- ¡Ella si que es hermosa! - Gritaste -  Es como quedarte en casa una noche fría a ver tu serie preferida, mientras bebes té de lavanda... - Dijiste con las mejillas sonrojadas y la mirada brillante.

- Vaya, que descripción tan extraña - Dijo una voz alegre apareciendo de la nada - Así que soy hermosa como una noche helada y el té de lavanda, no lo sabía -Te dijo la alta pelirroja con una voz burlesca mientras pasaba su brazo por tu cuello - No has crecido nada... - Te susurró en el oído.

- Sam...Sam...es, una, ¡una chica! - Gritó Lucy sorprendida, deseé que me tragara la tierra - ¿Cherm...eres lesbiana? - Lucy no podía haber sido más indiscreta, estaba a punto de intervenir cuando tu sonreíste con delicadeza.

- No seas tonta, las mujeres no me interesan para nada - Respondiste, Lucy te miró aun más confundida - El resto de las mujeres me da igual, me enamoré de Sam por quien ella es, no por sus cromosomas, me daría igual si fuera XY, Sam es Sam, no importa como lo veas.

Química...o mejor dicho Cherm, nunca me dejas de sorprender.