Capítulo 2: La única esperanza

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La sociedad, así como la tecnología, han avanzado a pasos agigantados. Nuestros relojes por ejemplo, ya cumples con miles de funciones al salir de ellos un holograma el cual nos proyecta lo que sería de un celular, nos permite ver videos y chatear mediante video con alguna otra persona, pero no solo eso, están hasta diseñados a quitar el holograma rápidamente si se detecta peligro o alguna colisión. Ya es raro lo que no funciona con tecnología, aunque también te decepcionare, no hay carros voladores aun, solo patinetas aerodeslizadoras, esas si fueron posibles gracias a que es más fácil levantar una tabla con una sola persona, a un gran vehículo donde hay hasta cinco personas ahí metidas. Sin duda alguna, el futuro es mucho más cómodo.

En estos momentos me encuentro en mi salón de clases, soy el profesor, y es el primer día de clases, así que ya te imaginaras que se hace en estos momentos, así es, la presentación.
–Buenos días clase, toda esta temporada seré su maestro de psicología básica, me llamo Matthew Rodins, pero pueden llamarme Matt, yo no los conozco y tal vez ni me interese conocer a la mayoría– hubo risas entre mis alumnos –Pero aun así quiero que se presenten diciendo su nombre y lo que deseen añadir, la verdad esto es más para que se conozcan entre ustedes.

Las presentaciones comenzaron y me pude reclinar en mi silla detrás del escritorio a esperar a que acabaran, no tengo muchas ganas de trabajar como la mayoría de ellos, así que por lo menos podía hacer un poco de tiempo. Cerré los ojos y me decidí a solo oír las voces de todos ellos mientras pensaba como más podía perder el tiempo este día, el material que tengo es muy corto por lo que un día perdido de clases no afectaría ni en lo más mínimo. Cuando la última voz dijo su nombre y lo que añadió fue su tipo de helado favorito, chocolate, sabía que era mi turno de hablar.
–Bien clase, ahora pasaremos a una pequeña rutina– Mi presa era fácil, alguna despistada pero que se vea que es de las que platica mucho –Fila 3, hasta el fondo, la chica que está proyectando su HoloWatch en la espalda de su amigo, ponte de pie por favor.
La joven se asustó y rápidamente se puso de pie.
– ¿Si, profesor?
–Antes que nada, apaga tu reloj, le estas echando todo el holograma a tu compañero de al lado.
Las risas otra vez abundaron en el salón y ella se ponía cada vez más nerviosa, se disculpó con su compañero y solo puso el HoloWatch en modo de bloqueo, piensan que no me doy cuenta de esas cosas, y espero que se quede así para estar siempre a un paso adelante.
–Repite tu nombre para la clase por favor.
–Leyla Marks, profesor.
–Bien, Leyla, estas en una carrera que se basa en las relaciones con personas que pueden llegar a pensar muy diferente a ti, pero no solo eso, también estas en una universidad que tiene un bajo prestigio y solamente es conocida por ser quien hace las fiestas más alocadas de todo el país– una que otra risa me hicieron sonreír y sentirme que realmente tenía el control de la clase, usualmente alguien me solía atacar con argumentos en contra de lo que digo, pero esta vez no. – ¿Cómo crees que puedas aplicar la psicología una vez entres en el trabajo que tanto deseas?
–Pues...– vacilo para contestar –Supongo que podría controlar su forma de pensar acerca de lo que propongo y de esta forma acepten cada cosa que yo diga.
–Entonces para ti la psicología es... control mental, ¿No es así?
–Tal vez...
–Gracias, ya te puedes sentar– me puse de pie y comencé a caminar entre las butacas para encontrar a mi próxima víctima, me detuve al lado de un joven un poco robusto y le puse mi mano en su hombro – ¿Me puedes repetir tu nombre, por favor?
–Gregory Fillman, profesor.
–Tú playera me llamo la atención Gregory, tiene impreso el dibujo de un gusano, en cuyo centro, tiene un hoyo, y debajo tiene la frase: Agujero de Gusano.
–Sí, la compre hace no mucho en una tienda cerca de mi casa.
–Gregory, ¿Crees que se pueda viajar a través del espacio-tiempo usando estos agujeros de gusano?
–No sé bien que responder, según muchos investigadores y científicos, si es posible, pero son meras suposiciones al no estar comprobadas al cien por ciento, y aun con nuestra tecnología no somos capaces de abrir tales portales y usas algún conejillo de indias para probarlo, aunque sinceramente creo que es muy peligroso, mas aparte dudo que lo logren.
– ¿Por qué lo dudas?
–Pues según teorías, no hay agujero de gusano que dure para siempre en algún lugar, así que yo supongo que son errores del universo, como fisuras, que rápidamente se arreglan, por eso nosotros nunca podríamos hacer tal cosa.
–Muy buena respuesta.
Me devolví hasta el frente del salón, frente a la pizarra pregunte:
– ¿Quién es Fredick? Escuche tu nombre en la presentación, no trates de ocultarte de mí.
Un estudiante se puso de pie, estaba justamente en la columna de enfrente al lado de la puerta del salón.
–Soy yo profesor, Fredick Bouktor.
–Dime Fredick, ¿Es peligroso viajar en el tiempo?
–Pues claro, se podría crear una paradoja que causaría la destrucción del universo como lo conocemos.
–Vaya respuesta más clara y rápida has dado.
–Gracias profesor.
–Ya te puedes sentar.
Estaba perdiendo ya mucho tiempo, pero solo faltaba una persona más.
–Amanda Lison, de pie por favor.
–Sí, profesor.
No tardo en ponerse de pie y eso me agrado mucho.
–Cuando pase por tu lugar, vi un dibujo que estabas haciendo que me gustó mucho, ¿Te gustan mucho los unicornios? – Hubo unas cuantas risas en el salón que hicieron sentir avergonzada a Amanda –Toda estudiante que se haya burlado de Amanda tendrá un punto menos en su calificación, a no ser que me digan que criatura mitológica es su favorita.
Los nombres de criaturas comenzaron a sonar en toda el aula, desde dragones y pegasos, hasta minotauros y centauros.
–Quien haya dicho dragones, es de los míos, también me encantan– Hice una gran sonrisa, yo también me estaba comenzando a divertir junto con todos mis alumnos –Amanda, ¿Cómo sería nuestra sociedad con la existencia de estas criaturas que acabamos de mencionar?
–Como una Edad Media, pero futurista.
Solté una ligera risa y eso hizo que mantuviera mi sonrisa sincera frente a todos.
–Ya te puedes sentar– Incluso yo también me senté en mi silla –Bien queridos alumnos míos, esta clase será diferente a todas las demás que llevan, pues aquí veremos casos personales y haremos muchos juegos y dinámicas para aprender de una forma kinestésica, será muy entretenido siempre y cuando participen como ahora, y sobre todo, haya respeto entre ustedes, ¡Bienvenidos a mi clase de psicología básica!

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