Termino el primer día escolar y me retire a mi casa, estuve todo el resto de la tarde en mi habitación tratando de relajar mi mente para poder pensar en la mejor manera posible de conseguir enamorar a Belem. Llego la hora de la cena y baje a cenar, ya estaban mis tíos y mi primo sentados en la mesa, por lo que tome mi lugar también, la cena de hoy eran frijoles y un poco de ensalada, comencé a comer y miraba fijamente mi plato de comida, no la admiraba, de hecho mi vista estaba en la nada tratando de recordar todos esos años de universidad, lástima que mi primo rompió mi concentración.
–Matt, andas muy despistado hoy, ¿Pasa algo?
–En lo absoluto, solo me pierdo en mis pensamientos.
– ¿No será que ya tan rápido hay una chica que te gusta?
No pude evitar soltar una ligera risa la cual fue mal interpretada.
– ¿En serio crees que me gusta alguien, George?
–Pues...
Mi tía lo interrumpió al instante, esto se volverá incómodo.
–Vamos hijo deja a Matt, le guste o no alguien, igual debes dejarlo, es un muchacho apuesto e inteligente, sabrá como conquistarla.
–Aún no he acepado que me gusta alguien– insistí.
–Ha pero tampoco lo has negado– contesto mi tía.Fue una cena familiar entretenida, aunque mi tío como casi siempre lucia serio, en fin, me retire a mi cuarto y ahí comencé con lo mío, no fue difícil, tenía un plan, y claro que te lo voy a contar.
Nuestro cerebro hace que tengamos muchas funciones en modo automático, casi el 90% de nuestras acciones son automáticas, ¿No lo crees?, te daré un ejemplo, pero no el de tragar saliva, respirar o pestañar automáticamente, eso cualquiera lo sabe. Cuando caminamos también es automático, tu solo das los pasos, pero cuando el camino es peligroso o resbaladizo es cuando ya nosotros controlamos nuestro pies directamente para avanzar con cuidado, ¿Otro ejemplo?, al cambiarnos la ropa también, damos la orden de cambiarnos y lo demás pasa por sí solo, a no ser que por torpes y distraídos nos atoremos al intentar cambiarnos, entonces ahí es donde nosotros manejamos el asunto. A lo que quiero llegar es que nuestra mente al manejarse de ese modo, hace que algunas cosas sean más fácile,s pues las emociones también son automáticas. Estamos bajo ciertos condicionamientos los cuales al percibir algo, este nos hace sentir alguna emoción, ¿Y qué pasa después de sentir esta emoción?, nuestra mente nos da dos opciones dependiendo del resultado, si es placer nos acercamos y continuamos en lo que nos hace sentir así, y si es daño simplemente nos alejamos. Eso es lo que planeo usar con Belem, si logro sacarle platica y hacer que su mente, mientras hablamos, la haga recordar cosas que fueron buenas para ella, estaré mas cerca de lograr una conexión con ella al verme como fuente de placer y no de daño. Ahora bien, yo sé lo que piensas, ¿Para qué tanto explicar para solo terminar diciendo que solo tendré una simple platica?, Pues tu respuesta es... Que necesito relleno y esta es la mejor forma de hacerlo, aparte soy profesor, o bueno, seré profesor, es normal que haga este tipo de cosas, ¿No?, bien ya sabes mi plan, y tal vez ya te di un consejo de como acercarte a esa persona especial, así que continuemos con el día de mañana que es cuando comienzo en acción mi plan.
Comenzó un nuevo día, me levante temprano para alistarme y tratar de lucir bien a la vista, sin exagerar, pero también resaltando un poco más de lo normal, por lo que use mi mejor camisa morada y unos jeans, también me lleve zapatos en vez de tenis, iba a ser cansado pero tenía que impresionarla, llegue al salón con 20 minutos de anticipación, a mi fortuna, había unos cuantos más que también habían llegado antes, entre ellos, estaba Belem, y como si esto se tratara de una novela de amor, que no lo es por si tienes la duda, ella estaba sentada sola en una pupitre, este es mi momento, me acerque a ella y comencé con una amigable saludo.
–Hola Belem...– ¡Oh, Rayos! No se me ocurre que decir, debería preguntarle algo pero no se me ocurre, tal vez solo el como esta, pero creo que mejor del clima, o no sé, vaya... tanto pensar en que debo hacer preguntas que le recuerden cosas bonitas, pero nunca se me ocurrió pensar en que se supone que le deba preguntar, bueno, igual me arriesgare, al cabo es el primer día en el que hablamos, ya me recuperare. – ¿Qué tal vas iniciando tú día, eh?
–Supongo que bien, ¿Y tú?
Bueno no fue una respuesta mala, al menos pregunto por mi estado también, a no ser que se haya sentido obligada a hacerlo...
–Bien igual, por cierto– Había un cuadernos en su pupitre el cual tenía una imagen que me causaba un poco de gracia. –Me dio algo de risa esa imagen en tu cuaderno, una chica que recibió una nalgada y el chico golpeado y con el título de: Ley de Newton, a toda acción hay una reacción.
–Si a mí igual, aunque no se absolutamente nada de física, ni si quiera me se las otras leyes de Newton.
–Estoy igual, yo solo conozco esa porque mi maestro me la dejo clara de tal forma que nunca la olvidare.
– ¿En serio?, ¿Cuál maestro?
–Mi maestro My...– Me detuve drásticamente, se me olvido que apenas lo estoy conociendo en este momento, si lo mencionaba comenzaría a dudar y si comenta eso con el profesor Myers, definitivamente me veré como un loco en la clase...
– ¿My.... Qué?
– ¡Mychels!, era extranjero y me dio clases en preparatoria.
–Ya veo.
Rayos, ahora pensara que soy un nerd, y lo peor de todo es que como anda medio cortante lo más probable es que realmente lo haya arruinado todo, pero no esperaba más, siempre he sido malo en esto de conquistar a alguien, de hecho a veces me sorprendía que les agradara a algunas personas.
– ¿Tu nombre es Matthew, verdad? – pregunto.
–Así es– al menos recordaba mi nombre, ya era algo supongo.
–Me parece genial ese nombre, y te queda perfecto.
¡¿Me halago?!
–V...vaya, gracias de verdad– esto realmente es inesperado, pero ¿Que se supone que deba contestar ahora?, debería talvez devolverle un halago, aunque también podría cambiar el tema, o eso me haría quedar como si realmente no me interesa el halago, pero si aparento eso, talvez se desilusione, ¡¿Qué se supone que deba contestar?!
–Me caes bien Matt– Me dijo.
–...
– ¿Pasa algo?
–...
– ¿Matt...?
El profesor Myers apareció en el salón de clases con toda su energía como siempre, ya se había acabado mi tiempo para platicar.
–Belem...
– ¿Si?
–Espero que podamos ser buenos amigos– le sonreí.
–Bueno, ya lo veremos.
–Salgamos a dar la vuelta para platicar más a gusto después de clases, ¿Te parece?
–Me parece bien, ahora ve y siéntate que el profesor te llamara la atención.
–No creo que lo haga.
–Matthew Rodins, por favor ya toma asiento– dijo el profesor con todo alegre, como siempre.
–Parece que si– dijo Belem después de una leve risa.
–Pues, ¿Qué otra opción tengo?
No siento que realmente haya metido la pata, pero igual esto solo es el inicio, las clases continuaron normal hasta que por fin, termino la ultima hora de clases y al recoger mis cosas y guardarlas en mi mochila, me dirigí a donde Belem estaba sentada para continuar nuestra platica.
– ¿Y bien Belem, a donde te gustaría ir?
– ¿Por qué no me sorprendes?
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La Estrella del Tiempo
FantasíaCuando toda la tecnología falla para evitar un apocalipsis a causa de una invasión extraterrestre, solo un cuento de hadas podre ser la clave para salvar a la raza humana. Esta es la historia de Matt, un adulto al cual se le da el poder de regresa...