Capítulo 8. Mejor amigo.

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Casa de Rapunzel. Habitación de Jack e Hiccup. Sobre las cinco de la mañana.

(Narra Mérida)

Hiccup hizo una protesta cuando Jack le colocó sobre el ojo morado un poco de hielo que había cogido de la nevera.

-Siento no poder hacer más, ya sabes que no podemos hacer magia fuera de Hogwarts.

Hiccup asintió, era lo máximo que habíamos conseguido sacarle hasta ahora, entre la borrachera y el golpe se había quedado bastante aturdido.

-Voy un momento al baño, en seguida vuelvo –me dijo Jack y algo me dijo que tomarse esta última copa del tirón no le había sentado demasiado bien.

Así que me quedé a solas con un Hiccup mudo y unas cuantas preguntas que sabía que no era buena idea hacer.

-Mira el lado positivo de todo, al menos te libraste de tener que espantar a aquella alemana –le dije sentándome a su lado.

-Solo estábamos hablando... a mí me gusta otra persona –dijo con una voz bronca.

"¿Esa persona es Rapunzel o Astrid?" Tuve ganas de preguntarle, Flynn había dejado más que claro que algo había ocurrido entre Rapunzel y él.

-Creo que Jack va a necesitar ayuda...-dijo entonces una voz desde la puerta, Hiccup alzó la cabeza y clavó el único ojo por el que aún podía ver en Rapunzel.

Rapunzel sin embargo me miraba a mí, sin duda pidiéndome que la dejara a solas con Hiccup y eso hice.

***

(Narra Hiccup)

En cuanto Mérida abandonó el cuarto Rapunzel cerró la puerta y se sentó a mi lado, tuvo la cortesía de colocarse en el lado opuesto al que tenía el hielo.

-¿Te... te duele mucho?

¿Qué si me dolía el puñetazo que me ha pegado tu novio porque decidiste besarme? Que va, si una serpiente como él no puede con todo... esto.

-No es para tanto –le dije para no preocuparla.

Ella me cogió entonces la bolsa de hielo y la apartó del ojo, sentí que el dolor aumentaba al separarme de la bolsa.

-Hiccup yo... Lo siento.

-No te preocupes, tarde o temprano él habría sabido la verdad y...

-No –me interrumpió –no me refiero solo a lo del puñetazo. También siento lo ocurrido en navidad, nunca... nunca debió de ocurrir.

"Que ocurriera fue lo mejor que me ha pasado en la vida, Rapunzel" quise decirle, en su lugar me quedé mirándola con cara de idiota.

-Tú tienes a Astrid y de verdad no quiero que os pase lo mismo que a mí con Flynn... tampoco quiero perder a mi mejor amigo.

No, aquello no podía estar pasando. ¿Rapunzel acababa de mandarme a la friendzone justo en el momento en el que por fin había descubierto lo que sentía? ¡Gracias Afrodita, tú sí que sabes!

-Hiccup... ¿Me perdonas?

Alcé la vista y clavé los ojos en ella, la veía algo borrosa a causa del alcohol, pero supe que no podía enfadarme con ella; a fin de cuentas era su mejor amigo.

-Está todo olvidado, yo también quiero recuperar a mi me mejor amiga –le dije volviendo a agachar la cabeza.

Ella sonrió y me dio un beso en la comisura de los labios que hizo que mi corazón diese un saltito.

THE BIG FOUR. Los magos mestizos IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora