~5~Sus ojos

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Raquelle observó el horizonte de nuevo y luego a Will, sus ojos verdes y brillantes se iluminaron y exclamó suavemente.

-Es increíble como los árboles pueden crecer durante años, y servir tanto, dan sombra en los días calurosos, dan frutos para saciar el hambre, diversión a los niños, en fin... Todo es tan sencillamente perfecto.

El castaño escuchó con atención cada palabra que la chica decía, nunca se había detenido a pensar en ello, realmente la joven era especial, solo alguien especial ser detendría a pensar en todo lo que ayuda un árbol, muchas personas lo hacen pero... Ella le daba cierto tono nostálgico que no era propio de cualquiera.

-S-si, es... Perfecto...

Raquelle lo observó detenidamente y le dedicó una pequeña sonrisa.

-Tus ojos reflejan tranquilidad, me alegra eso...

Will la miró con desconcierto, sí, se sentía tranquilo pero, el hecho de que la chica haya descifrado lo que reflejaban sus ojos era simplemente fascinante para él, pero en cambio no siempre podía descifrar la mirada de Raquelle.

-Tus ojos reflejan alegría en este momento, pero... La combinas con algo de nostalgia...

La chica se hechó a reír, sus ojos se cerraron con fuerza, y luego vió a Will quien la miraba interrogante.

-¡De que te ríes!

-Ja ja, es obvio que reflejan alegría, no es necesario que te centres en mis ojos para saberlo, puesto que estoy sonriendo, pero, mi mirada se ve nostalgica cuando estoy pensando en algo pasado o estoy observando mi entorno y siento algo de nostalgia pero... ¿Por qué iba a sentir nostalgia su te estoy mirando a ti?

Will se tocó la cabeza, ahora sí lo había concluido, no era para nada como cualquier otra persona, eso le agradaba de ella, no siempre se conoce a una persona diferente, todas dicen y piensan cosas muy parecidas y por eso dicen que si a la mayoría de lo que se les dirige, pero Raquelle no, ella cuestionaba el porqué y no estaba de acuerdo con algo de buenas primeras, estaba seguro de que si hubiese dicho lo mismo a alguna otra chica, esta le habría contestado un «Oh, ¿Eso crees? Bueno... Está bien...» Pero esta no era la respuesta que esperaba de ella, y como supuso: no lo fue.

-Tienes razón... Es estúpido piense eso.

-Eres un humano, los humanos se equivocan.

Raquelle miró nuevamente el horizonte, Will sintió que bebería haber tomado un tema de conversación más interesante que el simple hecho de ver que era lo que sus ojos reflejaban, vió a la chica, inmóvil soñadora e inocente como la más pequeña y curiosa flor de jardín, tratando de apreciar su entorno de forma serena.

-Siempre que te veo estas contemplando aquellos árboles que tendemos en frente... Acaso... ¿Piensas demasiado en el futuro?

-El futuro es un misterio... Podemos hacer suposiciones, pero ni el mejor de los adivinos nos podrá decir con exactitud que es lo que vendrá después, es una duda que la gente con preocupaciones mantiene, pero de todos modos... No tiene caso desgastar tu mente pensando en algo que aún no existe...

-Quieres decir que ¿No te interesa el mañana?

-Es algo inalcanzable...

-No entiendo.

-Es fácil de explicar, el mañana siempre está viviendo, pero nunca llega, siempre es hoy, nunca será mañana.

El joven se dejó caer sobre la banca, nunca se había sentado a pensar algo como eso pero lo que más lo atormentaba era el simple hecho, de que Raquelle tuviera razón en ese sentido.

-Miro al frente, tal vez porque me gusta ver como los árboles baten sus hojas, o como las nubes cambian de forma constantemente, o solamente pongo atención a los sonidos del viento, es como si sus soplidos lo hiciesen hablar... Escucharía sus historias todo el día.

Will salió de sus pensamientos para detenerse un momento a ver los árboles batiendo sus hojas, le parecía algo aburrido, pero al parecer, era el mejor hobbie, -si es que se le podía llamar así a aquel hábito- que ella tenía, vió como suavemente se levantaba y lo miraba de reojo.

-Me ha encantado conocerte, pero mi estómago empieza a gruñir.

Se alejó de aquel lugar despidiéndose con la mano y perdiéndose en la distancia, Will reflexionó unos minutos y luego se alejó también.

***

Ojos De Esmeralda, Mente De PerlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora