Ha pasado un año desde que todo empezó,
un par de ingresos por intentos de suicidio,
miles de lágrimas porque sabes que no puede ser,
unos días más, y pocas ganas de pensar.
Un año de una falda que me dejó colapsada,
un año de dos ojos azules que me persiguen.
Piel blanca, mucha sangre y poco que decir.
Ha pasado un año, y yo no la he olvidado.
Tres lo siento, un perdón, dos fingiendo
y yo, que sigo buscando en aquel parque
un rastro de sangre que me lleve a ella.
A la que ya no es ella, y a la que no será ella.
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Esto no es poesía
ŞiirAquí escribo todo lo que se pasa por mi mente. A veces parece poesía, otras veces lo es. Solo son pensamientos.