CAPÍTULO 7

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Por tal motivo, recordé repentinamente mi cuaderno de dedicatorias, al menos tendría un recuedo de todos mis amigos.

Después de almorzar, escuche música, y decidí tomar una pequeña siesta.

Cuando abrí mis ojos ya era un poco tarde, supuse que Darling ya había llegado, fui a buscarla a su alcoba, pero no estaba, así que pensé en preguntarle a Dalia, antes de bajar un escalón, la vi que estaba en la sala, bajé rápidamente para saludarla.

- ¡Hola Darling!, que sorpresa, ¿cómo te fue hoy? - dije animado.

- Bien - fue lo único que dijo.

Eso era muy raro, normalmente siempre que le preguntaba me decía a detalle todo lo que había hecho, llegando a hablar demasiado, tal vez a nadie le importaba que yo regresara al Jardín, o tal vez había reprobado las materias, su silencio, me empezaba a preocupar.

O Será que a Darling le a pasado algo, el suspenso se hacía presente en aquella habitación.

- Daring, tengo que decirte algo - por fin dijo.

- Si dime, ¿qué sucede? - dije preocupado, al mismo tiempo qué escuchaba los pasos de mi madrastra.

- Ven Darling, subamos a mi alcoba - le dije.

Al estar en mi habitación, le dije que me dijera lo que sucedía, total, todo tenía una solución, así que tomo aire y dijo con voz entrecortada.

- Bueno... como te digo... vez que le prestaste tu cuaderno a nuestra amiga no... la loba... pues hoy... es sólo que... - la verdad me estaba desesperando.

- ¡¿Qué?!- exclamé.

- Hoy se perdió tu cuaderno de dedicatorias - dijo en seco.

Creo que presionarla para que me lo dijera no fue una buena idea.

- Lo siento Daring, pero no fue su culpa, al parecer olvido donde lo ha dejado, pero se que lo encontrará y que todo va a estar bien - dijo rápidamente, entendiendo todas y cada una de las palabras que me decía.

¿Que todo va estar bien?, dice, ¿que no me preocupe?, afirma, y pensar que si no hubiera faltado el día de hoy, hubiera evitado esto, sabía que mi presentimiento de que algo sucedería, era verídico, y que por no haberme negado a quedarme en casa, no estaría pasando esto.

Al parecer, lo que pensaba yo, acerca de que todo tiene una solución, no aplicaba está vez, porque aunque llevará otro cuaderno para reemplazar el otro, ya no había mucho tiempo, además de que ya no le pondrían tanto esmero cómo al principio.

- Daring, lo lamento - dijo afligida.

Qué más podía hacer, al menos no le había pasado nada, y había tenido la amabilidad de contarme sobre lo sucedido.

- No hay problema Darling, buscaré la manera de arreglarlo, cómo dices todo estará bien - dije con una sonrisa fingida, en realidad nada iba a estar bien, estaba triste y enojando, pero no quería qué Darling me viera.

- Que bueno que lo tomes así Daring - dijo cambiando de conversación repentinamente -es cierto ahora que me acuerdo, en el Jardín nos dieron una invitación, para la clausura de la próxima semana, espero que nuestros padres puedan asistir, ¿no crees? -

Así que se levanto del suelo donde nos encontrábamos y salió corriendo de mi alcoba, dejándome sin poder decir ni una palabra.

Me sentía atónito, por haberme quedado callado, seguía furioso, no quería que nadie me molestara en ese momento.

De pronto sentí mucha ira, quién se atrevería a haber hecho algo así, pensé en tantas cosas, terminando por no sentir nada.

Me daba igual, sentía mucho dolor, y adrenalina, quería acabar con todo, así que miré hacia la ventana, me acerque hacia ella, la abrí, me subí en esta, decidido a saltar a través de ella...

Amor sin Sentido 2 (ChicoxChico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora