CAPITULO 6

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A pesar de tantos lunares y de la picazón que me causaba, estaba feliz de que todo había sido parte de una pesadilla.

Ya un poco relajado, le pedí a Darling que cerrará la cortina, hablamos sobre mis tareas, pues aún tenía trabajos pendientes por terminar, pero Darling me dijo que ella los llevaría sin ningún problema.

- No deberías quedarte tanto tiempo aquí, que tal si te contagias - le dije a ella.

- Está bien, nos encantamos luego - se despido con un beso volador.

Así es como apenas comenzaba mi cuarentena, sin poder salir de mí alcoba, no tenía nada que hacer, decidí sacar un cuaderno, para dibujar, pero no desaparecía mi aburrimiento.

Miles de pensamientos pasaban por mi mente, y todos ellos eran por ese chico, no podía pensar en otra cosa, así que decidí escuchar música, me tumbe en la cama, me puse mis audífonos, y traté de olvidar.

Pasaron los días y seguía aburrido, como era inevitable pensar en él, decidí escribir en pergaminos.

Eso me sirvió de mucho, por fin pude despejarme, incluso pude pensar en otras cosas, cómo mi vida en un futuro.

Entones fui separando mis escritos, de tal modo que se me ocurrió formar canciones, empezando a hacer versos con ellos.

Algunas de ellas me gustaban mucho, así que decidí pasarlas en limpio y decorarlas a mí gustó, por fin había encontrando algo con que desaburrirme, me sentía muy bien.

Así fue cómo mi nuevo hobby, había hecho menos aburrido el estar encerrado, siempre marcaba una "x" en el calendario, sin darme cuenta los días pasaron rápido, y por fin se habría acabado mi aburrida y tediosa cuarentena, estaba muy feliz.

El último día, pude salir de mi cuarto, los lunares ya habían desaparecido gracias a aquella pomada, mi padre estaba muy feliz y ni se diga de Darling.

Todos cenamos en casa, al terminar fui a mi alcoba para arreglar mis útiles para mañana regresar nuevamente al Jardín.

A la mañana siguiente, me desperté con muchos ánimos para ir al Jardín, tenía el presentimiento de que algo sucedería el día de hoy, me aliste y tome mi mochila, cuando mi madrastra me grito.

- ¿A dónde piensas ir? - dijo prepotente.

- Al Jardín - conteste sin problema - ya paso mi cuarentena, además ya no tengo ni un lunar -

- ¿Enserio?, y ¿qué es esto? - dijo mientras me tocaba por fuera de la oreja.

- Perece que no te haz recuperado del todo - insinuó mi padre.

- Pero ya tengo todo listo - repliqué.

- Aunque te sientas mejor, no quiere decir que lo estés, es mejor que te quedes en casa y para la siguiente semana podrás ir sin ningún problema - mencionó mi padre.

No pude decir nada más, en eso Darling me miró y me dijo.

- No te preocupes, yo les diré que ya estás mejor y que pronto regresaras, así estarán ansiosos por tu regreso - dijo con una sonrisa en su rostro.

¿Había dicho que Darling era la que podía hacerme cambiar de razón?, pues esta vez no era la excepción, así que me despedí de ella con un abrazo y regresé sin ánimos a mi habitación.

Dalia, quien había presenciado todo, me dijo que no me preocupara, que me llevaría a mi alcoba mi platillo favorito, por lo que asentí con una sonrisa en mi rostro.

Mientras Dalia preparaba el almuerzo, seguí escribiendo canciones en pergaminos, ésta vez pensaba en que pronto, no volvería a ver a mis amigos, eso me desánimo un poco, por culpa de los lunares, había perdido valioso tiempo con mis amigos...

Amor sin Sentido 2 (ChicoxChico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora