Capítulo 3

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Las primeras semanas de clases fueron casi como una tortura para Sasuke, no podía acercase a ella, siempre estaba acompañada del perro y ese insecto del Aburame, le molestaba de sobremanera que siempre estuviera acompañada por ellos, pero lo que más le molestaba era el comportamiento tímido de la chica frente a Naruto, cada vez que se encontraban ella se deshacía en nervios a tal punto de salir corriendo o perder la conciencia.

En casa las cosas eran iguales, Sasuke siempre estaba de mal humor y respondía cortante, su madre se preguntaba qué era lo que estaba pasando y su padre simplemente intentaba ignorar su atrevimiento, por otro lado su hermano mayor sospechaba que ese conducta tenía relación con alguna chica, lo cual era aún más extraño ya que su hermanito solía detestar cualquier contacto con el sexo femenino.

Estaban en pleno recreo cuando un molesto Sasuke veía a Hinata sonriendo alegremente mientras el perro de Inuzuka movía su cola como si fuera el rey del mundo. Naruto había pateado una pelota cerca de él, estaba tan molesto de solo ver la interacción entre eso dos que tomo el balón y con todas sus fuerzas lo arrojo directo a la estúpida cara del Inuzuka, quizás se había pasado de la raya pero él también, no tenía ningún derecho de abrazar a su conejita. Ambos amigos se preocuparon al verlo caer y quedar inconsciente por el golpe pero para él fue lo más satisfactorio que pudo hacer durante el día, lo regañaron por ser descuidado y golpear a un compañero, pero ese perro se tenía bien merecido un castigo.

Estaba tan feliz de haber puesto al perro en su lugar que llego a casa moviendo sus orejas con una sonrisa que causaba temor en su madre, hacían días que no veía a su pequeño feliz y verlo radiante le causaba cierto recelo. Itachi soltó un suspiro cansino, hoy le había comentado su amiga del clan Inuzuka que su hermano menor había sufrido un accidente en la escuela, no era serio pero lo dejo varios minutos en desmayado, supuestamente había sido golpeado por error por otro compañero y justamente ese compañero era su hermanito. 

— ¿Paso algo interesante en la escuela Sasuke?

—Nada... solo estoy muy feliz...

— ¿Por qué?

—Hm... supongo que es porque soy el mejor...

Soltó una risa mientras sus mejillas se sonrojaban al pensar en Hinata, no importaba que estuviera siempre al lado del perro, seguro que al verlo perder la conciencia por un golpe le demostraba lo débil y poca cosa que era. Su madre se unió a ellos llevando unos vasos con jugo y galletas.

—Me dijeron que la hija de Hitomi está en tu clase Sasuke

— ¿Hitomi?

—Ah... es una Hyuga, su madre falleció hace tres años. Después de eso su padre se fue por un tiempo, pero han regresado... si mal no recuerdo su nombre es Hinata...

Los ojos de Sasuke casi salieron de sus cuencas, su madre le había hablado de una amiga del clan Hyuga pero jamás pensó que se tratara de la mamá de Hinata, de su conejita.

—Sí... ella está en mi clase...

—Ya veo, tienes que ser muy amable y cariñoso con ella...

—Hm....

Se levantó del sofá con un sonrojo impropio en sus mejillas, por supuesto que iba a ser bueno con ella, después de todo ella era la cosa más linda que había visto en su vida y merecía ser tratada como toda una princesa. 

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