Hinata no levanto en ningún momento la cabeza, iba rígidamente tras su padre y una niña pequeña iba tras ella, se parecían excepto en pelaje, ella era mucho más parecida al padre de su conejita. De pronto su corazón latió al ver esa perlas observar en su dirección y esos ojos se prendaron en su figura, era obvio, lo había visto.
Quiso correr y sonreír pero la mirada blanca se interpuso por un cuerpo, levanto furioso la mirada y su hermano lo miraba casi igual de molesto.
– ¿Qué crees que haces?
–Nada...– Escupió con pesar, era ilógico, no podía entrar corriendo entre los guardias de ambos clanes, no era así de estúpido, pero el impulso casi fue más fuerte que la cordura.
Se retiró tan rápido como llego.
Itachi siguió sus pasos, sabía que su hermano había estado interesado en la primogénita del clan Hyuga, pero no se esperó esa reacción, salió corriendo como si estuviera a punto de perder la vida, solo le tomo unos segundos darse cuenta que era lo que había desatado ese comportamiento, y su ida había sido corroborada por la sonrisa maternal de su madre afirmando que por fin Sasuke sería feliz de nuevo. Pero eso solo traería problemas, su familia no estaba enterada de porque habían vuelto y no era por simple capricho.
–Detente
La vos autoritaria de su hermano lo retuvo antes de seguir camino a casa.
–Lo que sea que estás pensando no pasar...
Se volteo para enfrentarlo, ambas miradas negras se conectaron, Sasuke había crecido fuerte y al igual que su hermano eran altos y musculosos, todo lo que un padre quería, inteligencia y una habilidad innata para liderar, todo un alfa, como la gran mayoría de su clan.
–No sabe...
–Ella tiene que casarse, Sasuke, si no cumple con el contrato toda su familia podría terminar muy mal, y si por algún milagro, el contrato matrimonial no se lleva a cabo de todas formas debe casarse, y no lo hará por amor, su padre, el consejo, ellos elegirán su futuro.
De pronto todas las ilusiones que estuvo albergando en su corazón desaparecieron de pronto, la idea de formar una familia junto a Hinata, de hijos, de un hogar, Itachi los estaba arrancando sin delicadeza de su corazón. Pero lo sabía, aunque lograran estar juntos, ellos seguían siendo de diferentes especies, había planeado incluso huir con ella para ser felices, pero ella no era cualquier coneja que dejarían escapar sin preocuparse de ella jamás, no, era la heredera del clan.
–No sabes... no puedes sa...
–Lo sé – dio unos pasos hacía él– soy tu hermano, debo protegerte y no puedo permitir que hagas algo estúpido, ellos solo vinieron porque desean un nuevo acuerdo matrimonial, Hiashi Hyuga, no estaba conforme con los acuerdos del anterior, pero se abrirán nuevas propuestas matrimoniales, te aseguro ototo si no se casa con él, lo hará con otro, pero no hay posibilidad de que...
– ¡Basta!
No deseaba escucharlo, él no entendía, no sabía lo que se sentía. Corrió lejos de él, no lo permitiría, moriría antes de verla lejos de él. La respiración y el corazón agitados. Lagrimas corrían por su rostro, hacían años que no lloraba, pero hoy simplemente surgieron, la idea de que ella hubiera vuelto solo para perderla en otras manos le hizo añicos el corazón, se negaba a aceptar, lo que Itachi decía no era cierto, estaba seguro que ella no se dejaría doblegar así de fácil, ella no era un objeto que iba a pasarse de mano en mano a quien ofreciera un mejor trato.
¿No era cierto?, cayó derrotado por la pregunta en su cabeza. Conocía muy bien cómo se manejaban los clanes, al igual que Hinata el pertenecía a un poderoso clan, ya había escuchado a sus padres planear la vida de su hermano mayor al lado de una chica que ni siquiera conocían, pero que ellos consideraban adecuada, incluso cuando le preguntaron a él, simplemente asintió conformista con que terceros jugaran con su vida.
Su mundo era así, el de ella era igual, que en algún momento ambos hubieran coincidido era solo eso, un bonito recuerdo de la infancia. Las fuerzas de pronto se fueron y solo quedaba un cascaron vacío, tanto tiempo siendo estúpido y creyendo que las cosas serían de un modo. El crujir de una rama le hizo levantar la mirada y ante su asombro la menuda figura de Hinata se encontraba solo a unos pasos de él. El tiempo paso de forma distinta, de pronto la estaba mirando y ahora tenía el calor de su cuerpo abrigándolo, era su aroma, sus manos cerrar el contacto con su cuerpo, no era una ilusión, ella estaba ahí, con él.
–Sasuke...
Cerros sus ojos, no importaba que ambos estuvieran destinado para otros, que sus clanes fueran distintos, justo ahora estaba seguro de que ella, lo había extrañado tanto con él, que ambos estaban caminando al lado de otro a pesar de la distancia, del tiempo, solo eran ellos. Solo por eso dejo de pensar, dejo de escuchar, y se dedicó a sentir, a estar con ella.
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Conejita
FanfictionHinata... una linda conejita, de aquellas más inocentes. Basado en un doujinshi