Capítulo 4

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Se levantó con renovada esperanza ese día, más temprano de lo normal se dirigió a la escuela, casi corrió para llegar antes que todos y no solo eso, entro al salón de clases y se dirigió a su asiento, dejo un chocolate en su asiento, lo había comprado el fin de semana pasado pero nunca había tenido el valor de dárselo, además que todos sospecharía algo raro si se lo daba directamente ya que él no gustaba de las cosas dulces. Satisfecho con su labor salió del salón y fue a practicar un poco en la entrada de la escuela. La vio llegar acompañado de un chico de cabellos castaños, mismos ojos que ella pero un poco diferente, era un Hyuga pero no como ella, sus orejas y su cola eran diferentes.

La siguió unos cuantos pasos atrás de ella quería ver su reacción cuando descubriera su regalo, entro al salón y su ira volvió a crecer, el chocolate que había puesto para ella era devorado sin pudo por el idiota de Naruto.

—Hinata—chan había un chocolate en tu asiento pero tenía tanta hambre que me lo comí...

—No... no te preocupes Na... Naruto

—Hinata—chan es la chica más linda y dulce de la escuela, no, de todo el mundo

En unas cuantas zancadas llego donde Naruto y sin medir su fuerza lo empujo lejos, giro levemente su rostro hacia Hinata y esta retrocedió asustada de la forma en que Sasuke la miraba, parecía tan fiero con su cabello crispado. Naruto comenzó a insultarlo pero Sasuke no le prestó atención, solo se dirigió a su asiento.

La clase y los recesos fueron igualmente malo, si no estaba al lado del perro estaba al lado de otro chico, siempre estaba acompañada de algún chico de su clase, y era lógico, Hinata era dulce tierna y nada ruidosa, no hacia escándalos como las otras chicas, siempre estaba dispuesta a ayudar y por si fuera poco era tan linda con esos ojos de luna.

—Hoy vamos a trabajar en pares, no siempre podrían elegir a sus compañeros y tendrán que aprender a llevarse bien con ellos. Bien chicos, la mitad del curso ha sido enviado a saco, la otra mitad tomara un papel.

Así todos los que eran nombrados tomaban un papel y eran asignados a sus compañeros.

—Uchiha...

¿Emocionado?, mucho... hasta ahora el nombre de Hinata no había salido, eso significaba que tenía una oportunidad entre 9, sí, nueve eran los que quedaban. Respiro profundo antes de sacar su mano.

—Hyuga Hinata...

Su cola y sus orejas se tensaron, lo había logrado. Hinata y él trabajarían juntos, ahora podía pasar tiempo con ella, solo con ella y sin explicarle a nadie que era por gusto. Hinata dejó caer sus lindas orejas al escuchar quien sería su compañero, no es que le desagradara pero esa mirada que le dio la dejo muy asustada, eso y que sus amigos siempre se quejaran del mal carácter del Uchiha.

—Su tarea es cuidar este huevo, si se quiebra o no llegan con el reprobaran y algunos se irán a clases de recuperatorias...

— ¡Pero si es un huevo!

— ¡Que importa si se quiebra puedes reponerlo con otro!

— ¡Es cierto!

—Estos huevos son especiales y nada común, créanme que sabré si no son los mismos... además tiene que traerlos a la escuela todos los días, así que hasta que el experimento dure cambiaran sus puestos con el de su compañero de equipo para hacer un trabajo colaborativo

— ¡No es justo!

Mientras algunos reclamaban Sasuke no podía quitarse la alegría del cuerpo, estaría con Hinata por una semana completa y no solo eso, ellos serían como padres para ese huevo, de la nada su cola comenzó a menearse totalmente excitada con la idea. 

ConejitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora