Capitulo 8

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Él nunca tenía miedo pero esa mañana si lo tuvo, no quería entrar al salón de clases, la había tratado muy mal ese día, se peleó con su primo y desde entonces no la había vuelto a ver por las calles incluso se paseó varias veces por los terrenos Hyugas para encontrarla pero no tuvo buenos resultados, lo que menos quería Sasuke era tener que disculparse con ella en clases pero al parecer solo quedaba esa opción.

Busco en salón a su conejita pero esta se encontraba rodeada por sus dos inútiles amigos riendo como si nada le afectara, eso inflo el pecho de rabia. Él había pasado todo el tiempo triste y preocupado por ella mientras a Hinata no le afectaba, la miro con odio a medida que se acercaba a su asiento y la pequeña Hyuga sintió esa aura oscura haciendo bajar sus orejas para esconderse en su asiento.

El timbre sonó pero él espero siguiendo los pasos de la Hyuga, quería encontrarla a solas pero le fue imposible ese día y así siguió el resto de la semana, era como si ella no deseara siquiera verlo. Esa situación lo tenía frustrado, llegaba a casa de mal humor y su familia lo estaba notando, su padre era el único contento al ver como Sasuke se enfocaba en practicar y practicar para sacar esos sentimientos.

Cada día se sentía peor, no quería dejar de estar cerca de ella y no podía estarlo, era terrible ver como ella sonreía y jugaba con otros chicos y lo único que hacia el pequeño Sasuke era intimidarlos y pelearse con ellos, siempre peleando con todo el mundo.

Como siempre se quedó hasta el último para ver por donde se iba la Hyuga pero ella no se fue como lo esperaba, se quedó encerrada en la oficina de la profesora Kurenai. No era curioso, pero todo lo que concernía a Hinata era importante así que se acercó lo más que pudo a escuchar.

-Así que tu padre ya lo decidió...

-Si...

-Es una lástima creo que te haría bien quedarte con nosotros pero tu padre es demasiado testarudo y no cambiara de opinión...

-Yo no quiero marcharme... yo... quiero quedarme...

-Al menos dejara que termines el semestre para enviarte lejos nuevamente

¿Ella se iría?... No podía creer lo que acababa de escuchar, su conejita le había dicho a aquella maestra que se iría al final del semestre eso era dentro de cuatro semanas. No volvería a verla, ni siquiera eran amigos... todo lo que había pasado entre ellos simplemente fue un proyecto escolar, pero al menos en ese momentos él podía hablarle sin levantar sospechas, pero ahora... ¿Cómo acercarse a ella?

La duda, ansiedad y dolor se apoderaron de su pecho, corrió sin importar el ruido que dejaban sus pasos perdidos, estaba demasiado dolido para pensar o actuar solo quería llorar, llorar y pedirle que no se marchara pero ninguna de las dos cosas era posible, ellos eran nada... nada. 

ConejitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora