IN THE SHADOWS (Malec Fanfic)

1. Bad Dream

Una noche fría y oscura se alzaba en Nueva York, Magnus y el pequeño Max se encontraban en el loft del brujo esperando a Alec pues esa noche había salido de caza con Jace.

Esperó por largo rato hasta que dieron las dos de la mañana, usualmente su novio no tardaba tanto y más sabiendo que alguien lo esperaba en casa.

Un sentimiento extraño se instaló en su pecho haciendo que temiera por su Alexander pero de antemano sabía que era un excelente cazador de sombras.

Los minutos pasaban y pasaban, Alec no llamaba y eso era inusual, tomó su teléfono y marcó el número del teñido.

-¿Magnus?- respondió.

-Jace, disculpa que te moleste pero, ¿está Alexander contigo?

-Eso lo deberías de saber tú, terminamos de cazar muy rápido y él fue rumbo al loft, entonces debería estar contigo.

-N~no, Alec no está conmigo- la voz del brujo salió entrecortada.

-Bien, quédate ahí estaré llegando dentro de unos minutos- colgó y fue a la habitacion del pequeño Max quien dormía plácidamente en su cuna.

Pasó la mano delicadamente por la piel azulada temiendo por su Garbancito.

Minutos después alguien tocó la puerta, de inmediato fue a abrirla, se encontró con Isabelle y Jace ambos vestidos con sus habituales atuendos negros y armados con cuchillos Serafín.

-¿Qué pasó con Alec?- preguntó el rubio.

-No lo sé Jace, solo dijo que iría a cazar demonios contigo, me prometió volver lo antes posible, usualmente regresa antes que el arándano se duerma pero ve la hora y él aún no llega.

-Eso es muy extraño, mi runa no ha sufrido alteraciones por lo que supongo no está en peligro- expresó el Parabatai de su novio.

-Entonces ¿qué hacemos?- cuestionó Isabelle.

-Esperar alguna noticia de Alec, si mañana aún no ha aparecido comenzaremos la búsqueda- sugirió Jace.

Magnus asintió no muy convencido y les ofreció a los dos quedarse en el loft, una vez instalados se dirigió al cuarto de Max viéndolo dormir, se acurrucó en el sillón que Alec utilizaba para contarle cuentos al pequeño azul antes de dormir, cerró los ojos y se dejó llevar por el sueño aún sintiendo una extraña sensación en el pecho.