Siempre Serás Tú

Accidente dudoso

- Diga - 

- Princesa, estoy aquí afuera, nadie me abre - 

- Henry, perdón, me quedé dormida, ya voy - colgué y corrí a abrir la puerta

- Hola, linda pijama - 

- Hola, pasa, voy a cambiarme, ¿no se te hace tarde a ti? - 

- No, no pasa nada hermosa - 

Me cambié con lo primero que encontré, peiné mi cabello en una coleta y salí corriendo. Henry me siguió. Bajamos las escaleras rápido y subimos a su auto. Cuando llegamos a casa de mis padres me despedí de él con un beso, un abrazo y le desee un buen día. Entré, saludé a mis padres y nos pusimos a platicar mientras envolvíamos regalos. 

- ¿Cómo van las cosas? ¿han hecho algo con la boda? - 

- No mucho mamá - 

- ¿Todo está bien? - 

- Si, ¿porqué preguntas? - 

- Bueno, normalmente te trae David, no se quien te trajo hoy, y Dalia dice que David ha estado extraño, digo, no habla mucho con sus padres pero ellos le notan algo - 

- Hemos tenido ... problemas, mamá - 

- Espero que pronto los arreglen, y sigan adelante con la boda, no han cancelado ¿verdad? - 

- No te preocupes  -

Cuando terminamos de envolver todo, me dio una lista y me pidió que le comprara algunas cosas que le faltaban para preparar la cena. Tenía hoy y mañana en la mañana para ir por todo. Las cenas de noche buena eran todo un día de trabajo en la cocina para las dos, pero al final valía la pena. Eran las 2:00 de la tarde cuando me dejaron en el departamento. 

 Cuando llegué Anna estaba haciendo la comida así que me convertí en asistente. Alguien tocó la puerta y Anna fue a abrir dejándome sirviendo los platos. 

- Caroline sirve uno mas, llegó Ernesto sin avisar - rió Anna

- Está bien - dije nerviosa. 

- De hecho, David está abajo, no pude evitar que viniera - dijo mirando a Anna

- Dile que suba - me miró 

- Si dile, serviré otro plato - 

Serví los cuatro platos y los puse de dos en dos en la barra para que los tomaran, Anna llevó los platos a la mesa y nos sentamos a esperar a los chicos. Ernesto entró primero, cuando vimos a David abrimos mucho los ojos, no pudimos evitarlo. Al parecer el problema había sido fuerte. 

- ¿Y ese collarín? - preguntó Anna sorprendida

- Un accidente, Ernesto y yo, estábamos jugando un poco rudo, de hecho lo lastimé - 

- Si, lo noté el otro día - Dijo Anna mirando a Ernesto. 

- ¿Cómo van las cosas? - dijo Ernesto, claramente cambiando el tema

- Todo va bien, Caroline, me iré con mis padres en noche buena, supongo que irás con los tuyos - Anna me miró

- Si, estaré con ellos, ¿ustedes? - 

- Yo iré con mi familia - dijo Ernesto

- Yo con la mía - dijo David - Aún nos falta ir a las compras navideñas, recuerden que habíamos dicho que iríamos los cuatro juntos, y nos dividiríamos, Ernesto y Caroline, Anna y yo- 

- Cierto, eso dijimos, bueno, entonces, terminando de comer, vamos - dije mirando a Anna

Salimos directo al centro comercial, nos dividimos.