Demasiado lejos.

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Desperté temprano. Tomé mi ropa deportiva y después de arreglar mi cabello salí a trotar por los camellones del bulevar JLK. Avanzaba con facilidad, no sabía si era por mi excesiva energía de esa mañana o por todo lo que pasaba por mi cabeza. 

Pensaba en David, en Henry, en la cena de noche buena, en todo lo que había pasado después y en todas las veces que había estado ya con Henry, simplemente, por mas que lo intentara, no podía mantenerme lejos de él. Un día antes de noche buena tuve algo así como una cita con David y fue genial, fue normal, fue tranquila. Pero Henry simplemente me volvía loca, había intentado pensar en volver con David a la normalidad, dejar a Henry seguir con su vida, pero yo sabía perfectamente que no podía hacerlo. Cierto que Henry era muy impulsivo, era agresivo cuando tenía que serlo y casi asesinaba a David, pero por alguna extraña razón eso mas que molestarme, me hacía sentir segura. David me hacía sentir querida, me hacía sentir confiada y con una relación sencilla. Pero Henry me hacía sentir yo misma, me intoxicaba con amor el cuerpo, me hacía sentir tan extraña, hacía que mi cuerpo hormigueara, me llenaba de ansiedad al verlo, al tenerlo cerca, o al hablar con él. Sus besos eran como una adicción nueva para mi, y sentirlo a mi lado era todo lo que necesitaba. 

Troté por un rato mas y volví al departamento, directo a tomar un baño que relajó todo mi cuerpo. Tomé unos jeans, unas botas de combate y una blusa sencilla. Tomé mi celular para ver la hora, moría de hambre y eran las 10:00 tenía demasiadas llamadas perdidas de David para unas cuantas horas. 

Salí de mi habitación. Anna ya estaba desayunando y tomé un plato con cereal. 

- Anna - dije sentándome - ¿Ernesto te ha dicho algo sobre David? - 

- No, ¿Porqué? - 

- tengo como diez llamadas perdidas de él, todas de hoy en la mañana - 

- Ni idea, tal vez solo quiere invitarte a algún lado - 

- Que extraño, no hablamos desde noche buena - 

- Noche intensa querrás decir, todo eso que me platicaste suena demasiado fuerte -

- Lo fue - 

Terminé de desayunar y fui a buscar la cámara que me había regalado Henry para navidad. Subí al techo y tomé fotografías de la ciudad y de las montañas que se veían a lo lejos. Se veía increíble la vista desde 6 pisos arriba, y las montañas se veían increíbles. Quería ir ahí con Henry pero hacía mucho frío. Estuve un rato tomando fotografías de todo, gente minúscula pasando por ahí, el sol, las nubes cuando lo tapaban, yo, hasta que me aburrí y entré de nuevo. Había estado mas de una hora ahí arriba. 

Volví a arreglar mi cabello y esperé a Henry por un rato. Media hora después tocó la puerta. Tenía los dos casos en el suelo, tomó el suyo, y me entregó el otro. Odiosa motocicleta, aunque empezaba a gustarme. Subimos y me abracé a él. Manejó por un rato hasta llegar a un lugar muy despejado, sin pasto alguno y donde no había nadie. 

- ¿Qué estamos haciendo aquí? - 

- Súbete - se hizo para atrás y me pidió que tomara la motocicleta

Yo subí y tomé el manubrio. Me empezó a dar instrucciones sobre como manejarla. Se paró en seco muchas veces, aceleré mucho varias veces, levanté la llanta delantera una vez, eso último hizo que el corazón me latiera a mil por hora. Después de muchos intentos, logré usarla un poco mejor. 

- Tu nos vas a llevar al Sushi Den - 

- No - 

- Claro que si, te daré instrucciones - 

Siempre Serás TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora