Alli estaba, de la mano estaba Emma, sonrei al ver el rostro de mi querida amiga.
-hola!- salude, Giselle de enseguida me abrazo; supe que algo raro pasaba.
-pasa algo?- pregunte
-me transfirieron a Nueva York, eso es lo que pasa, podrias cuidar por 2 meses a Emma?- la sorpresa me impacto, abraze aun mas a mi amiga.
-si la cuidare- murmure
-gracias-
2 semanas después:
Me encontraba con Emma haciendo compras. Tan pronto como pudimos logramos entrar a una tienda.
-Te gusta?- dije bajando a su altura señalando el vestido rosa con encaje. Ella solo sonrió.
-Yo creo que se te vería bien- una voz masculina apareció por detrás. Me sorprendí al verlo.
-T-tu...- tartamudee- que haces aquí?- pregunte con una sonrisa.
-vine a hacer compras como todos- sonrió. Vio a Emma.
-No sabia que tenias una niña-
-No es mía, es de una amiga-
-es preciosa-
-lo se-
Tuvimos una conversación larga, cuando se hizo tarde me acompaño hasta a casa.
-Gracias por acompañarme- agradecí
-Denada- metió sus dos manos en sus bolsillos y luego se inclino hacia mi, y se despidió con un beso en la mejilla, cuando se fue coloque una mano sobre ella y sonreí. Sus labios fueron tan suaves.