ADIÓS MI PEQUEÑA ELANIE ELRIC

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Eran las 7:00 am, Edward y Alphonse se despertaron, lavaron sus caras y se vistieron rápidamente, mientras la más pequeña de los Elric, dormía en brazos de su madre, los  chicos salieron estrepitosamente de la casa para dirigirse a casa de los tíos Rockbell,

Abuela... Abuelita Rockbell ¿puedes ayudarnos... Tienes algunos retazos que ya no quieras o necesites?

No lo lamento chicos, los que tenía ya se los utilizo como paños para limpiar Automails, si tan solo me lo hubieran pedido unos días antes.

—Bueno... gracias de todas formas... Abuelita... Abuela Pinako, ¿Cuándo regresarán los tíos Rockbell?...

La mecánica de Automails se tomó su tiempo en responder, pues, cuando está fumando su pipa, no le gustaba que la interrumpieran,

—Pronto chicos... Muy pronto

De repente apareció ante ellos, Winry Rockbell sosteniendo unos retazos en sus manos y se los entrego,

—¿Para que necesitan esos pedazos de tela con tanta urgencia, bobos Elric?

—una vez más te respondemos, Winry ¡no es de tu incumbencia...!

Los chicos salieron corriendo de la casa de Pinako Rockbell, esquivando todo lo que les lanzaba en la cabeza Winry.

Mamá...mamá...¡ya estamos aquí!

Al asomarse Trisha, tenía la mirada pérdida, una expresión que los hermanos mayores Elric, nunca habían visto en el poco tiempo de vida que llevaban.

Al, mamá está muy mal... ¡Y tiene toda la razón... Al anochecer, papá se irá con Ela...!

—Niiisaan...niiisaan ¡no quiero que se la lleve!

—yo tampoco quiero que se lleve a Ela... Si se quiere ir... Debería irse sólo... ¡Quisiera que le cayera un meteorito encima!...

La imaginación de Alphonse no se hizo esperar, en su cabeza comenzó a proyectar como caería el meteorito sobre la cabeza de su padre,

—Bueno... Al... Aquí tenemos los retazos que nos regalo Winry...

Grito Edward haciendo que Alphonse despertará de golpe de su imaginación.

—Ayúdame a buscar algunos  objeto que podamos usar para  los ojos, la nariz y la boca... Recuerda que esto es un regalo para Ela...

Un regalo de despedida...
Sentenció Alphonse.

—Será un regalo de "nos volveremos a ver muy pronto... No nos olvides, Atentamente: mamá y tus hermanos: Edward y Alphonse.

Respondió Edward acariciando la cabeza de Alphonse para darle ánimos.

Acto seguido los chicos se encerraron en su cuarto, para hacerle el regalo de "hasta pronto",

Trisha salió de su habitación, ese día en particular le parecía más gris y nublado de lo usual.

Niños ¿Ya tomaron el desayuno?... Yo le daré a Ela su biberón... Después jugaré un rato con ella ¿no quieren jugar también con nosotras?

No obtuvo respuesta alguna de sus hijos mayores.

—Alphonse ¿conseguiste lo que te pedí?... ¡Demonios! Nunca pensé que hacer un muñeco fuera algo tan difícil...

Edward tenía los dedos lastimados y sangrantes, tratando de coser los lugares, en donde la aguja se trataba.

—podemos pedirle a Winry que lo haga por nosotros...

—NO, AL... NI LO PIENSES... ESTO ES ENTRE NOSOTROS... NI SIQUIERA LE HE PEDIDO A MAMÁ SU AYUDA.

—PERO NIISAN... ¡SI SEGUIMOS INTENTÁNDOLO Y NO CONSEGUIMOS QUE PASE LA AGUJA...! LLEGARÁ LA NOCHE Y NO PODREMOS  DARLE  A ELA SU PRESENTE.

—NO... YA DIJE QUE NO, AL... CONTINUARE INTENTÁNDOLO... ¡CON... O... SIN... TU AYUDA!

El tiempo seguía su marcha, Van Hoenheim seguía encerrado en el estudio evadiendo los rostros tristes de sus hijos y de Trisha, esperando a que llegará la hora para irse con su pequeña hija.

También Trisha estaba encerrada en la habitación con Ela, queriendo que las horas pasarán despacio y compartir mas tiempo con su pequeña,

Mi bebé... Mi bebé... Mi pequeñita...
Decia entre sollozos y llanto, abrazandola y dándole muchos besos en la frente.

El reloj marcaba exactamente las 12 am, Van Hoenheim ya tenía listo su maletín. Trisha Elric, tenía en los brazos a Elanie.

Trisha, ¡Ya llego la hora de partir!... Recuerda la promesa que te hice...

—prometeme que la cuidaras muy bien...

Van Hoenheim y Trisha se miraban mutuamente,

Por supuesto que la cuidare muy bien, me recordará todo el tiempo a ti.

—Mi pequeña...cuida bien de papá y portate muy bien.

En ese momento cuando se dirigía hacia la puerta,

—Esperen...esperen... Déjanos decirle hasta pronto a nuestra hermanita... ¡Mira, Ela!... Esto lo hice con mis propias manos para ti... Es un presente de "volveremos a ver muy pronto"...

El muñeco era parecido a un muñeco de nieve, con la nariz de zanahoria, pero en  la vestimenta tenía botones de calavera en la blusa larga que lo cubría de color negro con filos blancos, le había escrito con escarcha brillante en la espalda.

“Nos volveremos a ver muy pronto, no nos olvides. Atentamente mamá y tus hermanos Edward y Alphonse" con la firma de cada uno.

Cuándo Edward le estaba haciendo entrega del muñeco a su pequeña hermana, aquella pequeña empezó a llorar al ver las manos lastimadas a su hermano.

—Ela... Ela no llores... Ya se curaran mis manos en unos días solo debo ponerles barro... como hice con tus piecitos... Cuando te mordió aquel perro...

Al recordar aquella escena del perro, fue inevitable para Edward contener las lágrimas que brotaban de sus ojos. Alphonse se aferró al vestido de Trisha, apoyando su cabeza entre sus puños.

—por favor... Por favor no... no te la lleves de nuestro lado... Prometo cuidarla mejor... No te la lleves...

Van Hoenheim le dio la espalda a sus hijos y a su mujer,

Trisha, cuida bien de Edward y Alphonse

Mientras se alejaban de la puerta,
—Ela... Elanie... No nos olvides... NO NOS OLVIDES... ¡NUNCA!

Gritaban al unísono Edward y Alphonse, Trisha quería decir unas palabras pero no podía pronunciar ninguna de ellas.

Elanie se alejaba junto con su padre, cargando entre sus manos el muñeco que le hizo Edward.

Cuándo la pequeña estaba por quedarse dormida, el llanto de su padre la alertó.

—Tienes unos buenos hermanos, mi pequeña Trisha.
Y soy tan afortunado de tenerlos... Aunque no les he dado la atención que merecían... Ni a ti ni a ellos... Por ahora no podrán comprender porque te alejo de tu hogar, pero un día lo harán... Espero que cuando llegue ese día lo comprendan.

Nota:En los proximos capítulos haré XOver con BLEACH y POKÉMON.

 LAS CRÓNICAS DE LOS HERMANOS ELRICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora