F E A R [NCT Ten] 《Terminada》

.-En apuros-.

Los chicos llegaron al hospital y se dirigieron a la habitación que les había indicado Haeun por mensaje.

La escena les conmovió mucho, ver a su viejo amigo Jaehyun en ese estado era algo que nunca habían presenciado y a Haeun desvelada tan preocupada mucho menos.

Ten mentiría si dijera que no le da celos, la verdad es que sus orejas deben de estar en llamas pero trata lo mejor que puede de alejar esos sentimientos, está aquí por Jaehyun después de todo.

Yuta se acercó con cuidado a la chica y palmeo su hombro hasta que esta despertó.

“Oh ya llegaron” Dijo ella susurrando mientras trataba de despertarse a si misma por completo.

“Mira nada más como estás ¿Caminaste así por la calle?” Preguntó Johnny entre susurros mientras señalaba la ropa ensangrentada de la menor.

“Ah eso, si ya se imaginaran el tipo de miradas que atraje” Dijo Haeun susurrando.

“Ah por cierto, aquí está la ropa que pediste” Dijo Ten alcanzándole la ropa a la chica.

“Gracias, ya vuelvo” Respondió ella y fue directo a cambiar su ropa.

Mientras no estaba, los demás se pusieron “cómodos” en la medida de lo posible en la habitación de Jaehyun quien abrió sus ojos poco después de que la chica se marchara a cambiarse.

“Ustedes también están aquí” Dijo Jae en ningún tono en particular, no le enorgullecía que lo vieran así pero tampoco le molestaba que estuvieran allí.

“Queríamos saber cómo estabas, Ten nos contó que Haeunnie fue a tu rescate tan rápido como un rayo en lo que la llamaste” Dijo Doyoung asombrado.

Taeyong permanecía en silencio, asintiendo con su cabeza de vez en cuando, no tenía mucho que decir ante tal situación.

“Oh cierto, Haeun ¿En donde está?” Preguntó Jaehyun con voz serena.

“Fue a cambiar su ropa, la que traía estaba empapada con tu sangre” Le respondió Ten.

“Rayos, olvidé la comida que trajimos en el auto, iré a buscarla” Dijo Taeyong rompiendo su silencio.

“Está bien no te tardes” Le dijo Johnny.

-

En otro lugar del hospital se encontraba Haeun siendo atacada por un hombre que en su vida había visto.

Estaba claro que ese hombre no era un paciente, ni estaba loco, tenía un objetivo claro.

Tomando en cuenta todo lo que aprendió de pequeña de defensa personal, esto esta pan comido.

Lo primero que hizo fue empujar al hombre hacia una habitación vacía, una vez adentro lanzó un golpe a su garganta y luego otra ráfaga de golpes a su abdomen y cara.