Capítulo 6.

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Josh.

Tomo el último libro y me dirijo con los demás a la mesa de la biblioteca.  Cory está sentado al lado de Vanessa, su romance de fin de semana, ambos estudiábamos Biología. Me gustaban las creaciones de la naturaleza, sus habitantes y demás. Comienzo a realizar la investigación que nos dejo el profesor de Parasitología. Cuando la puerta de la biblioteca hace un chillido, levanto mi mirada y observo como entra Dylan tropezando, con Maya detrás de él.

Ella era simplemente hermosa, señor santo,sé que muchas personas dicen que la chica o chico que los trae loco o loca son la persona perfecta. Pero ella sinceramente, era perfecta para mí.

Dylan le dice algo en el oído y ella se ríe, pero la bibliotecaria le llama la atención. Se sientan cuatro mesas después de mí, uno al lado del otro y frente a mí, ambos sacan sus libros y luego de un rato jugando, se ponen a hacer su deberes. Corrección, Maya los hace mientras Dylan sólo se dedica a peinarla.

¿Que si odiaba a Dylan?

Sí. Y con todo mi corazón. Él siempre nos interrumpía y además siempre estaba con Maya. Era como un Lucas, pero más apuesto.

Me levanto, interrumpiendo a Cody de lo que sea que estaba diciéndome, tomo mis cosas y me dirijo a la mesa de Maya. Al llegar, ella me mira y se sonroja, producto de lo que había ocurrido hace una semana exactamente.

El beso inesperado.

Después de eso, ella prácticamente salió corriendo, dejándome solo con el cachorro. Tuve que llevarlo a la casa de Cory y cuando llegue a la universidad, la encontré con Dylan, el cual se quejaba de dolor mientras ella le ponía diferentes pomadas en la nariz.

Me siento y Dylan me observa girando los ojos dramáticamente.

– Hola Maya. – La saludo y ella sonríe, que linda.

– Hola Josh.

Zoey se sienta repentinamente en la mesa de un golpe, y extiende su mano hacia la otra femina.
– Necesito tus llaves. – La rubia busca en su bolsa y se las extiende. –Hay un tipo fuera del dormitorio, dice que es Huckleberry. – se levanta y se marcha haciendo que sus botas suenen bruscamente, interrumpiendo el silencio.

Dylan alza una ceja. – ¿Lucas?

Maya bufa y me mira pidiéndome una disculpa. – Mataré a ese hombre.

(...)

Maya.

Camino rápidamente con Josh detrás de mí. Al llegar a mi puerta, Lucas está sentado en el piso, en cuanto me ve se levanta y sonríe.

No espero más y le doy un puñetazo en la cara. – ¡Maya! – el agarra su cara entre las manos y comienza a quejarse. Creo que lo que mas le lastimo fueron los anillos que tenía en mi mano  derecha, la cual estaba comenzando a doler, pero no me importaba.

– Eso es por Riley, le rompiste el corazón.

– Lo sé. – admite, mira detrás de mí y su rostro se transforma. – Oh.

– Sí, oh. - Josh se cruza de brazos– ¿Qué quieres de Maya?

¿Su Maya?

– Sólo hablar. –responde el vaquero, igual de confundido que yo.

– Yo no quiero hablar contigo –tomo la postura de Josh.

– Maya, escúchame. – agarra mis hombros y me mira directamente a los ojos. – Riley está loca.

- ¡Ey! Es mi sobrina. –le reclama el pelinegro.

– No ese tipo de loca – explica Lucas– Quería pedirle un matrimonio a largo plazo, ya sabes ... graduarnos primero, comprar un apartamento y más. Pero ella estaba pensando que la engañaba y ya sabes las cosas que digo cuando me pongo nervioso, entonces le dije que estaba pensando en otra chica, y eras tú.

– ¿Te casarás con Riley? – pregunto.

– Sí, la amo. Quiero pasar el resto de mi vida con ella. –dice y sonríe– Enserio lamento haberte puesto en medio de todo esto Maya, pero tu nombre era el único que podía recordar en ese momento.

– Bien. Solo promete que no te la llevaras a vivir a Texas.

– No puedo prometer nada. –nos ve a ambos– Al fin juntos, me alegro.

– Aún no.

– Algún día. –dice Josh. Y por como sonó su voz, sé que lo dijo con una sonrisa.



Capítulo corto, lo sé.

No me maten.

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