2. Dark eyes

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Cuando llegue a Empire, Amelia me miró de pies a cabeza y extendió los brazos en mi dirección.

–¡Hasta que por fin llegas Em...–Abrí mis ojos en modo de advertencia, ella rápidamente captó mi señal–..¡La Reina de Corazones!–Exclamó abrazándome.

La razón por la cual me alarmé cuando Amelia iba a decir mi nombre es porque en Empire estaba absolutamente prohibido decir nuestros verdaderos nombres, aquí Amelia era Sparkle. Ford o mejor dicho, mi jefe. Estableció esa regla ya que tantos los guardias de aquí como los clientes se encaprichaban con las chicas. Entonces comenzaban a perseguirlas y a acosarlas. Como también –Cosa que olvide mencionar– nos exigen entrar con antifaces, lentes de contacto y pelucas para no ser reconocidas.

Esto contaba también en nuestras presentaciones.

–Algo que te iba a preguntar Em.–Amelia llamo mi atención, hice una seña con mis manos haciéndole entender que continuará–. ¿Al final que ayer con Mike?–Alzó sus cejas repetidas veces, reí por eso.

–Estuvo bastante bien a decir verdad.–Me encogí de hombros–. Se lo agradezco, pero no.–Reí.

–Ya es historia.–Canto Amelia alargando la A, acto que hizo que me carcajeara.

–Algo así.

–¡Por cierto, viste la cantidad de gente que hay allá afuera, Reina de Corazones, haremos millones hoy, esto me dará el dinero suficiente para pagar el alquiler y el tratamiento de Joey!–Grito dando pequeños brinquitos al entrar al camerino.

Para ella el arrendamiento de su apartamento era lo de menos, podía apostar que toda su emoción era por lo de poder completar el tratamiento de su hermano menor.

–Am, ya puedes dejar de decirme así.Reí tomando mi vestimenta de hoy–. Y yo por fin podré terminar de pagar mis estudios y comprar los medicamentos de Thomas.–Sonreí.

No soy muy abierta a hablar del tema, pero mi hermano luego de la noticia de nuestros padres comenzó a tener episodios depresivos. Sin contar que el menor de los Valentines también sufría de asma, para calmarles estos le recetaron unos medicamentos para nada económicos.

–¡Lo más asombroso es que todo es por ti! Ford anunció que darías una de tus mejores presentaciones hoy, haciendo cosas nuevas y no el mismo show.–Rodo los ojos y se cruzó de brazos–. 'Meneo el trasero, sacudo mis senos, y me restregó a la barra' todos los clientes te aman.–Removió mi cabello al pasar junto a mi.

–¿¡QUÉ?!–Exclamé sorprendida.

–Por lo visto Ford les anunció a todos menos a ti..

–¡No tengo ningún show nuevo, y no puedo hacer nada de lo que me gusta porque según el no es lo que quieren los clientes!–Exclamé saliéndome de mis casillas.

Y en ese momento fue cuando comencé a hipervelar, tape mi rostro con mis manos y comencé a caminar de un lado a otro por el camerino.

Mis manos poco a poco empezaron a sudar frío, cosa que solía pasarme cuando me desesperaba mucho o no encontraba que hacer. Mis nervios estaban a flor de piel, y por el simple hecho de que Ford dijera que tenía un nuevo show cuando no era así. No lo hacía porque no quisiera, al contrario, me encantaría. Pero Ford siempre decía que no era lo que los clientes querían, que no era para lo que venían a su club.

Solo lo hacían para 'distraerse un rato de sus esposas o miserables vidas con unas chicas bailando eróticamente con poca ropa'. Que conste, que esas eran palabra suyas.

A Pole Dancer (anteriormente Pole & Sexy Dance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora