A Pole Dancer (anteriormente Pole & Sexy Dance)

Extra: Living in Dramatown

–Que linda se ve mi princesa.–Le sonrío a mi hija que ahora estaba luciendo un encantador vestido agua marina.

–Aún pienso que está idea es ridícula.–Comentó Liam terminando de abotonar su camisa.

–Para ti todo es ridiculo.–Rodé los ojos–. Además, es tú tía. ¿Como voy a rechazarla así sin más?–Alce una de mis cejas.

–Diciéndole que no podemos.–Contesto escéptico–. Nada más con que este Clarissa hay una gran probabilidad de desastre.

–No seas cínico.–Fruncí el ceño y poco a poco esbocé una sonrisa burlona–. El desastre comenzó desde que te conocí.–Solté una carcajada–. Uno más, uno menos, no sería novedad.

–¿Ya estás lista?–Pregunto desinteresado, ignorando lo que había dicho anteriormente. Reí una vez más por eso.

Asentí y el tomo a nuestra hija en brazos.

Habían veces en las que me perturbaba el parecido de estos dos. Arabella de mi solo había sacado el color de cabello y la forma de la boca. De resto era Liam con el cabello largo. Y eso era bueno, porque tenía que admitir que mi novio era bastante atractivo.

–Vamos hija, hoy tendremos tu primer día desastre.–Le habló Liam a Arabella.

Rodé los ojos y por fin salimos de casa.

Que comience el show y que la suerte este de nuestro lado.

*****

–Te dije que está porqueria era mala idea.–Susurró Liam en mi oído de una manera disimulada.

Tragué saliva y sin querer decirlo en voz alta le di la razón al padre de mi hija.

Esa perra.

Bueno, les explico.

Yo sabia que desde el principio no íbamos a ser solo nosotros los invitados, sino que también estarían Matt y Amelia (Aunque a Clarissa le doliera) y ya, listo. Pero me lleve la sorpresa de que no sería así. Había una cara que ya conocía y otra que desee no conocer.

Sarah, la ex de Matt (Si, la misma de la boda) y la famosa Lindsay.

Por supuesto, la per.. de Clarissa había hecho esto a propósito. Como ya les había comentado, ella nos odiaba, entonces ¿por qué no incomodarnos un rato?

Y hablando de incomodidades. La tensión entre Liam y Amelia se podía cortar con una tijera, desde que habíamos llegado se habían tratado de manera indiferente. Tanto así que todos los de la mesa nos habíamos dado cuenta por el tono de voz y los gestos que estos dos se hacían; rápido asumí que fue por lo que Amelia me había contado.

Era mi mejor amiga y mi novio. Quizás hubiera sido buena idea que interviniera pero tome la decisión de mantenerme alejada y no meterme en ese problema.

Oh y bueno, otra incomodidad eran las miradas que se lanzaban Sarah, Matt y Amelia. Incluso Matt se veía tan incomodo que quería reír, pero no lo hice porque sería bastante imprudente de mi parte.

Me atrevía a decir que el único que estaba relajado (o eso aparentaba) era el papá de Matt, que este solo se concentraba en su plato de comida. Bueno, es que, ¿como culparlo? Esto era como una convención de exes. Y pues, por otra parte estaba Clarissa, que fingía ser la mujer de la vida perfecta. Toda una mosquita muerta.