21. Promesas vacias

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Emma's POV

Tristeza

Dolor.

Humillación.

Eran las únicas cosas que sentía en estos momentos.

Era como si ya nada me importara, a lo literal, era algo así como si la vieja Emma estuviera muerta, como si ella ya no existiera.

Ya hasta había dejado de llevar la cuenta de cuanto tiempo tenía aquí.

Creo que no es necesario que explique qué pasó con Ryan, era bastante obvio que nos habíamos acostado, pero también bastante obvio que también me había golpeado. Un hematoma se había empezado a formar en mi vientre bajo y un moretón en mi pómulo derecho. Tina se había encargado de maquillarme lo suficientemente bien para que este no se notara.

Por otra parte, mi zona íntima dolía como el infierno, Ryan se había excedido. Mientras me penetraba solía mencionar a Liam con odio, cosas como ¿Liam te hace sentir así? No te resistas que el no volverá, jamás te hará gemir como lo hago yo, entre otras cosas.

Inmediatamente deduje que se estaba auto satisfaciendo no sólo por haber tenido relaciones sexuales conmigo, sino por estar burlándose del castaño de ojos cafés. Pues, tenía la fantasía de estar follandose a la chica de Liam. En ellos definitivamente había una gran rivalidad, y me lo había demostrado una vez más la pasada noche en el club.

Ese infeliz me había destruido, lo único cuerdo que quedaba en mi ahora era nada más que un vacío.

Ahora me encontraba detrás del escenario esperando mi turno, parecía mentira pero este lugar era mil veces peor que Empire. Luego de mi horriblemente erotico show fui directamente a mi camerino a seguir buscando manera de escapar de este lugar. Rezaba porque ni Ryan ni Rodrigo se pasearán por aquí, quería estar sola y tranquila así fuera unos segundos.

Ya sabia que nadie vendría por mi, ni mis hermanos, ni Mason y mucho menos Liam.

Ya todas mis lágrimas se habían agotado, eso solo fueron los primeros días. Poco a poco me dejaron de importar muchas cosas. Como lo desagradable que me trataban las mujeres y hombres de aquí, las obscenidades que me gritaban los que venían al bar, he incluso la idea de saber que nadie vendría por mi. Asi que me prepare muy bien psicológicamente de que ahora en adelante me valdría por mi misma, no podía esperar a alguien hiciera algo por mi.

Rebusque con desesperación por todo el lugar para ver si conseguía siquiera alguna ventila por el cual podría escapar, pero en todo el lugar no había ni siquiera una pequeña reja de algún desagüe. Saque todas las gavetas del tocador arrojándolas al piso en busca de algún objeto con el que poder defenderme, ya que mi anterior arma me había sido robada por Ryan. Nuevamente no conseguí nada. Frustrada jale mis cabellos, caí de rodillas y pegue la cabeza al frío piso.

¿Ya podrían asesinarme? Creo que era lo mejor que podría pasarme.

Cuando ya iba a levantarme escuche como la puerta se abría repentinamente y golpeaba la pared produciendo un sonido seco. Unas manos rodearon mi brazos y a la fuerza me sacaron de la habitación. Me volteé para descubrir quién era la persona que me cargaba y no me extraño en lo absoluto al reconocer a Rodrigo.

No me resistí, ya había descubierto que no serviría de nada, intentaría defenderme y el no dudaría en usar la fuerza bruta, entonces eso significaría que terminaría en el suelo con todo mi cuerpo doliéndome. Este hombre sin duda alguna era despreciable, pero nada como el pelinegro, él era mil veces más hijo de puta.

A Pole Dancer (anteriormente Pole & Sexy Dance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora