Cuatro

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-Y más te vale mantenerte alejado de él- Lo empujo contra la pared –Ho seré obligado a hacerte algo malo con mis propias manos- Le lanzo una mirada fría.

Me alejo un poco de él, sin pensarlo comienza a correr hacia adentro de la Universidad.

-Idiota-.

Desde ahora este soy yo, Zayn Malik, él chico profundamente enamorado de un hermoso joven universitario ¿Quién lo diría?

Aún sigo pagando por el estúpido error de haber golpeado a mi bonito, pero lo voy a remediar, cueste lo que cueste.

La campana suena dando comienzo al inicio de clases, me acerco a la ventana del salón donde Niall estudia y con cuidado de que no me vea, asomo un poco la cabeza. Se encuentra sentado en el mesa-banco de enfrente de la fila de en medio, cualquier chico que lo ve se aleja de inmediato, esto es lo que quería.

El profesor entra saludando a todos los alumnos, se pone de puntitas para alcanzar la cuerda del mapa mundial, lo baja revelando el gran mantel que pegue a media noche.

-Perdóname bonito, nunca fue mi intención lastimarte, te amo, Z.- Leo lo que escribí.

Baja la mirada, todos comienzan a voltear a verlo causándome celos ¡Ellos no pueden verlo!

El maestro parece llamarlo, se levanta y salen del salón.

Corro hasta la entrada de la Universidad y entro sin hacer ruido, los veo a unos metros, agudizo mí oído.

-¿Cómo que no sabes quién lo hizo?-.

-Yo no sé de qué habla maestro-.

-Niall, hace unos días llegaste con el pómulo morado y claramente se puede leer, nunca fue mi intención lastimarte- Lo toma de los hombros –Sabes que puedo ayudarte ¿Cierto?-.

Gruño bajo, no lo toques.

-Sí, lo sé profesor, pero no es nada, olvídelo ¿Si?-.

-Bien, creo que deberías volver a casa, tomate el día libre, te pondré asistencia, por eso no te preocupes- Sonríe.

-Gracias profesor- Se acerca y lo abraza.

Siento algo removerse en mi estómago. Esto no se queda así.

-Nos vemos el lunes maestro-.

Lo veo entrar al salón y luego a salir en mi dirección, con temor a ser descubierto entro en la primera puerta que encuentro, lo veo pasar por la ventanilla.

-Disculpe ¿Puedo ayudarle en algo?- Escucho una voz detrás de mí.

Giro rápidamente encontrando a un hombre canoso, con ojeras, arrugas y las líneas de expresión muy marcadas.

-Lo siento, me equivoque de puerta- Sin dejarlo hablar salgo del lugar.

Corro hacia afuera, al salir busco con la mirada al rubio y lo encuentro saliendo del patio.

-¡Bonito!- Grito persiguiéndolo.

Voltea a verme y comienza a correr. Me preocupo y acelero un poco más mi paso. Un autobús se para en la esquina, Niall sube y el trasporte comienza a moverse. Me detengo en la esquina viendo como se aleja de mí, pateo el poste con fuerza ignorando el punzando dolor en el pie. Regreso al auto gruñendo por lo bajo.

-No escaparás de mi tan fácil bonito-.



-Bonito ábreme por favor- Pido por quinta vez desde que llegue a su casa.

-¡Vete o enserio llamaré a la policía!-.

-No vengo a hacerte daño precioso- Golpeo mi frente con la puerta.

Obsesivo - (Ziall) [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora