Obsesivo - (Ziall) [1]

Uno *Editado*

Observo detenidamente como el rubio sale del instituto platicando con un chico moreno, aprieto los dientes cuando se abrazan ¡El colmo!

Louis aparece de la nada corriendo hacia mi dirección, abre la puerta del auto y se sube.

-Ya quería salir de ese infierno- Se desparrama en el asiento.

-¿Tan malo fue?- Pregunto sin despegar la mirada del chico.

-Demasiado- Bufa.

-Qué triste-.

-Y cuéntame ¿Qué tal tu mañana?- Se incorpora -¿El rubio se ha portado bien?-.

-¿A qué te refieres?- Cuestiono fingiendo confusión.

Volteo a verlo alzando una ceja.

-Por favor- gira su cabeza para verme, pone los ojos en blanco –Vi tu auto aquí en el descanso y eras el único en la heladería con chamarra roja-.

Suspiro rendido.

-Bien, estoy viendo que no se meta en problemas-.

-Viejo, eres un acosador- Ríe agudamente.

-Cállate, solo veía que no se metiera en problemas- Cruzo los brazos.

-Claro, lo mismo hacías con Edwards-.

-Ha ella no la metas en esto- Lo miro amenazante.

-Malik, eras un maldito acosador con la chica, no podía ni estar con su gato porque lo sacabas de su habitación cuando ibas a visitarla-.

Me quedo sin palabras, es verdad lo que dice, pero lo hacía por su protección.

-Atento, Niall se va- Palmea mi hombro.

-¿Niall? ¿¡Como sabes su nombre!?- Enciendo el auto.

El rubio sale del patio caminando hasta la esquina en la parada del autobús.

-Se lo pregunte antes de salir- Responde.

-Bájate- Ordeno empujándolo hacia la puerta.

-¿Qué?- Pregunta confundido.

-Que te bajes, ahora- Repito.

-¿Estás loco? Me llevarás a casa ¿Recuerdas? Lo haces todos los días después de la escuela-.

-Le pediré a Niall si lo llevo a su casa, pero dudo que acepte si me ve contigo-.

-Recuerda, que yo fui quien le pregunto su nombre y me lo dijo a mí no a ti- Dice con obviedad –Creo que yo manejo y tú te quedas aquí- Sonríe.

-¡Bájate Louis!-.

-Bien, bien, lo siento- Levanta las manos en señal de rendición.

-¡Rápido que se va!- Apresuro.

-¡Ya voy joder!- Sale del auto dando un portazo.

-Te quiero- Le digo viendo como frunce el ceño.

-Púdrete idiota- Me saca el dedo.

Acelero acercándome hasta donde está parado, bajo un poco la ventanilla.

-¿Quieres que te lleve?-.

-¿Tu de nuevo?- Parece sorprendido –No, gracias-.

-Vamos, yo te llevo-.

-¿Para qué? ¿También irás acosarme a mi casa?- Ríe un poco.

-Jajaja, sí que gracioso ¿Vienes?-.

-No, la verdad espero a mi madre a que venga por mí, lo siento- Su comisuras caen mientras eleva los hombros.