Once *Corregido*

237 17 1
                                    

-Zy- Escucho su voz tan armoniosa como siempre.

-¿Sí Pezz?-.

-Tengo que decirte algo...-.

Su voz tiene cierto tono de nerviosismo, como si el decírmelo me hiciera cambiar la vida, mantiene su cabeza gacha.

De inmediato dejo de acomodar la pequeña repisa de mi habitación, prestándole mi total atención.

-¿Qué pasa?- La miro con curiosidad.

Alza la mirada y guarda silencio por lo que parece ser una eternidad, sus ojos están un poco brillosos, pero no del mismo brillo que tiene todos los días, este parece más a la tristeza. Relajo un poco mis facciones, para que no vea la tensión que se forma dentro de mí, conforme el tiempo pasa y ella no habla.

Muerde su labio con fuerza al punto de dejarlo rojo cuando al fin habla.

-Es... Algo importante-.

Trago saliva con pesadez.

-¿Qué pasa? Me estás comenzando a asustar-.

-M-mi padre...-.

-¿Qué te hizo él? Sabes que puedo ir y...-.

-No Zayn, no es eso- Me detiene alzando, solo un poco, la voz.

-¿Entonces Perrie?-.

-No es para nada fácil decírtelo-.

-Solo dilo de una vez y ya-.

Respira hondo y suelta un largo suspiro.

-Me voy de regreso a South Shields-.

El tiempo parece detenerse al momento que termina de pronunciar la última palabra. Lo primero que cruza por mi mente es ¿Por qué?

-P-pero ¿Por qué?- Pregunto acercándome a ella.

Sus mejillas están rojas, sus ojos llenos de lágrimas y su voz suena a tan poco de perderse en el aire.

-El trabajo de mi padre...- La pequeña sonrisa que había formado para tranquilizar el ambiente se deforma en una mueca extraña.

-No entiendo- Me sincero.

Se toma el tiempo suficiente para calmarse fallando un par de veces, soltando sollozos y gruesas lágrimas que se deshacen en el suelo.

-El contrato que nos mantenía aquí era de 6 años, pero el que lo había hecho lo ha roto y no quiere más los servicios de mi padre, así que nos vamos de regreso a nuestro antiguo hogar-.

-Pero no puedes alejarte de mí- Intento abrazarla pero me lo impide.

-No quiero hacerlo, pero no tengo otra opción-.

-Puedes quedarte conmigo, en mi departamento- Propongo.

-Mi padre jamás aceptaría eso-.

-Agh, entonces... ammm quédate en un hotel o un departamento, pero por favor, no te vayas de mi lado-.

Vuelve a bajar la cabeza, soltando sollozos cada vez más altos, a las afueras el sol está oculto, dejando en libertan a la luna pasearse por todo el cielo.

-¿Cuándo te vas?- Pregunto con tranquilidad.

Moquea.

-Mañana por la tarde-.

Obsesivo - (Ziall) [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora