Diez años después...
Me llamo Skye y vivo en San Francisco, California. Supongo que este es el típico comienzo: tengo veinte años, estoy a punto de terminar la carrera de artes y ciencias en la Universidad de San Francisco con una beca, ya que tengo un coeficiente intelectual de doscientos diez, vamos, que soy la típica friki con SUPERnotas; soy alta pero no demasiado, piel morena, pelo oscurolargo y ondulado hasta la cadera con reflejos pelirrojos, ojos gris azulado.
De pequeña tuve un problema de hiperactividad y mi madre me apuntó a karate hasta que llegué al cinturón negro sin conseguir superar la hiperactividad. Luego me apuntó a taekwondo, aikido y seguidamente a judo, por fin lo superé pero seguí haciendo deporte hasta que me fui a la universidad, donde me apalanqué de manera impresionante; aun así hago los ejercicios en mi habitación me van bien para el estrés y fortalecer los músculos.
Mi familia, lo reconozco, no es muy normal ya que solo estamos mi madre, Jessica, y yo. Mi padre, Liam, murió cuando yo tenía diez años: alguien le arrinconó en un callejón y le asesinó con una bala, al final consiguieron coger al asesino en la calle en que vivíamos. Venía a por mi madre.
Pero le consiguieron coger a tiempo y condenaron a cadena perpetua en la cárcel de California. Después nos mudamos a otro barrio.
Mi madre, es muy especial, tiene como un sexto sentido para las cosas y siempre, de pequeña, me contaba que hace unos centenares un científico loco creó una especie de híbrido, medio humano medio lobo; Y como plus se podía transformar a voluntad... un chollo si no contáramos que la parte lobuna y humana no sacian su hambre por igual.
Ese hombre empezó a crear más híbridos, pero solo consiguió crear tres tipos de híbridos: lobos, panteras y leones.
Hoy en día están distribuidos por territorios que han ido habitando y con los años han decidido que era el lugar ideal para vivir, por lo que, aquí en América hay lobos y panteras que en el norte viven gracias a un tratado de paz y en el sur las cosas están más caldeadas, si no se mataban entre ellos era por respeto a los humanos.
También se cuenta que nadie sabe cómo lo hizo, ya que dos almas no pueden ocupar un cuerpo, para eso un cuerpo tendría que morir o fusionarse con el otro. Todo muy extraño.
Volviendo a mí, yo soy una chica normal por lo general, sólo que los problemas me persiguen. De verdad que yo no los busco! Esto me lleva al incidente de esta noche:
Mi novio, mejor dicho actualex novio, Jeffrey, y yo nos escapamos del campus para ir a un local nuevo que habían abierto cerca, nos habían dicho que la entrada era gratis y no te hacía falta el carnet de identidad. Cuando llegamos había media hora de cola, y el local estaba repleto de gente. Al momento que conseguimos entrar nos pusimos a bailar, y tras una hora intensa de baile necesitaba urgentemente beber algo. Me giréhacia Jef y le grité:
- ¡Jef, voy a coger algo de beber, estoy sedienta!- hice ademán de irme cuando me gire y le grité-¡No tardaré!- y nos despedimos con un beso sin lengua.
Fui a la barra abriéndome paso a empujones. Al llegar me fijé en el barman: era un hombre realmente guapo, tenía el pelo oscuro y los ojos de color plata y mucho músculo a causa del ejercicio físico. Se presentó como Mason, «le pega» pensé al instante. Le pedí un sprite de limón.
Supongo que intentaba ligar conmigo porque cuando me dispuse a pagar me dijo:
- A las chicas guapas las invita la casa.- y me guiñó el ojo con una increíble sonrisa en sus labios.
- Gracias.- dije devolviéndole la sonrisa, me di la vuelta y fui en busca de mi chico.
Cuando conseguí encontrarle, le encontré dándose el lote con una chica del bar.
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Luna de sangre
Fantasy¿Nunca has pensado que el karma es el mayor cabrón del mundo? Bien pues digamos que a mi no me va muy bien en el amor... ni en la amistad... solo tengo una amiga, Jessica, mi mejor amiga. Pero saco muy buenas notas, mirad el lado positivo, soy una e...