Esto no debería ser así... [ Yaoi/Gay]

"Cumpleaños"

Narra Derek:

 "Parece que tiene cosas más importantes que hacer" repetía una y otra vez en mi mente, buscando alguna excusa para explicarme la ausencia de Axel a clases. Era algo raro, me había dicho que saldríamos esta tarde. Estaba decepcionado, pero no podía hacer nada al respecto.

El timbre que indicaba el final de la clase sonó y como era de esperarse, todos salieron lo más rápido que podían, como si los estuvieran persiguiendo zombies. Mientras que por mi parte se podría decir que no tenía ningún apuro. A paso lento, salí del aula mientras buscaba los auriculares en el morral, pero dos voces que gritaron hicieron que me precipite de tal modo que casi gritó como niña.

- ¡Feliz Cumpleaños! – Gritaron los que resultaron ser Gabriela y Federico.

- Gra...acias – Respondí, aunque ¿Cómo lo supieron?

- Antes de que preguntes, la rubia hueca de Axel, nos explotó la cabeza en un solo día de tanto hablar de ti, sobre tus gustos y sobre lo que iba a hacer – Cómo si me hubiese leído los pensamientos, Gabriela me responde.

- De verdad le importas – Dice esta vez Federico -... Pásala bien, nos vemos – Y ambos se despidieron dejando el pasillo en silencio.

Retome el camino hacia la salida, pero esta vez con otra frase rondando en mi cabeza: "De verdad le importas". Pero, si de verdad le importaba ¿No estaría aquí ahora? Creo que es algo egoísta pensar de esta forma, mejor tendré que alejar todo el lío sobre eso. No me debía importar lo que estaba ocurriendo.

Finalmente, salí pero mi sorpresa fue mayor. Estacionado en la calle había un lujoso auto negro con Axel apoyado en él. Las miradas están todas encima suyo, incluyendo la mía que estaba atónita.

Al notar mi presencia se acerca corriendo hacía mi...

- ¿Preparado? – Dice con la sonrisa que dibuja su rostro.

- Creí que no vendrías – Digo en voz baja bajando la cabeza.

- No digas eso, obvio que iba a venir. No me iba a perder la oportunidad de poder estar contigo –

Y así comencé a caminar detrás hasta llegar a la puerta del auto. Él la abrió e hizo un gesto para que subiera, luego él se sentó en el asiento del conductor y comenzó a conducir.

- ¿A dónde iremos? – Me atreví a preguntar intrigado. Confiaba en él, pero aun así no podía evitar sentir curiosidad.

- Temo decirte que no te lo puedo decir hasta que lleguemos – Dijo sin sacar la vista del camino.

Decidí no insistir en el tema, así que dirigí mi mirada hacía la ventana. Poco a poco, los edificios se iban perdiendo, al igual que los autos, al parecer estábamos saliendo de la ciudad.

Luego de media hora de viaje, paramos. Él se bajó primero y me abrió la puerta invitándome a que bajara del auto. Me quede mirando hacia los alrededores, mientras que Axel, sacaba algo del maletero que, al parecer era su mochila.

Frente a nosotros había un angosto camino que subía la montaña, que no era muy grande pero tampoco pequeña, plagado de piedras. Era un lugar hermoso con árboles de todo tipo, pero principalmente pinos muy altos.

- Parece algo difícil de subir. ¿No crees?, pero te diré algo: Cuando llegas no querrás bajar jamás- Dice con una sonrisa e indicándome que suba.

Subir sin tropezarse era una tarea imposible para mí, aunque Axel caminaba sin inmutarse de las piedras, como si ya hubiera subido más de una vez.