La hija de Voldemort《Draco Malfoy》

Capítulo 20

Suspiré satisfecha y me recosté en el pecho de Blaise.

—¿Te gusto mi forma de agradecerte? —preguntó coqueto.

—Más de lo que te imaginas —mencioné sonriendo de lado.

—Si Draco supiera de esto, me castraría —dijo burlón.

—¿Por qué piensas en Draco después de tener sexo? él ya no me interesa Zabini —dije rodando los ojos.

Cubrí mi cuerpo desnudo con la sábana y caminé al balcón de mi habitación.

Había terminado el quinto año, estábamos en vacaciones.

Mañana al anochecer sería la iniciación de nuevos mortifagos. Estaba nerviosa por Pansy, no quería que fuera mortifaga.

—Lo siento ¿si? es soló que aún es mi mejor amigo y aunque haya pasado eso, él te sigue amando —dijo y reí sin gracia.

—Claro —dijo con burla.

—Sabes, aún no entiendo algo —dijo poniéndose a mi lado.

—¿Qué? —levanté una ceja.

—¿Por qué le dijiste a tu padre que no querías que no fuera mortifago? ¿por qué no hiciste eso con Draco? —preguntó frunciendo el ceño.

—Lo hice porque te quiero, no quiero que estes involucrado en esta vida. Además, tu tío es el mortifago, tu no tienes porque remplazarlo —dije encogiéndome de hombros —. Respecto a Draco. No podía hacer nada por él aunque quisiera, mi padre tiene en la mira a los Malfoy y va ser dificíl que los deje en paz —dije sentándome en la cama.

—¿Lo sigues amando? —preguntó viéndome fijamente.

—No —dije mientras cerraba los ojos y suspiraba.

Aún sentía algo por Draco, pero el hecho de que me allá engañado me dan arcadas del asco. Y lo peor con mi supuesta "amiga"

Blaise sonrió de lado y aparto el pelo que había caído en mi cara para pasarlo detrás de la oreja.

Reí burlona y me levanté para cambiarme.

—¿Qué vas hacer hoy? —preguntó vistiéndose.

—Mi padre me a dicho que torturaría a una familia que lo desafió, necesita que este ahí —me encogí de hombros.

—Entonces te veré mañana —dijo y asentí, se acercó para besar cortamente mis labios y desaparecer.

Desde hace unas semanas estamos en una rara relación "amigos con beneficios" se podría decir.

Caminé al espejo, vestido y zapatos negros.

Ser la hija del señor tenebroso me estaba cansando.

Caminé por el comedor mientras veía a Colagusano desayunar.

—¿Donde está mi padre? —pregunté levantándo una ceja.

Él se atragantó con la comida, rodé los ojos y vi a Nagini pasar.