La hija de Voldemort《Draco Malfoy》

Capítulo 22

—¡Papá! —exclamó Alana acercándose a él.

Hice un hechizo para quedar seca, hice lo mismo con mis hermanas.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó frunciendo el ceño.

Ahorita que lo veía de cerca se veía agotado, tenía grandes ojeras.

—Ha pasado algo terrible con madre, los bebés se han adelantado, pero solo tiene cinco meses, está corriendo peligro de perderlos —dije desesperada.

Draco nos vio preocupado.

—Sabemos lo que paso, que terminaron —dijo Alessia.

—¿Por qué terminaron? —preguntó Scorpius frunciendo el ceño.

—Yo... yo la engañe —murmuró avergonzado.

Lo vi impresionada.

—¿Tu hiciste qué? —pregunté incrédula

—Fue un enorme error, no lo entiendo, estaba con Astoria y esta me besó, al hacerlo perdí la noción, era extraño, sentía que estaba con Anastasia, era a ella a la que veía, pero cuando entró, fue como si volver a la realidad, a la estúpida realidad donde tenía a Astoria encima mío —dijo desesperado.

Scorpius lo vio furioso y camino rápidamente hacia a él.

—Todo esto es tu culpa, tu maldita culpa. Por tu estúpido error voy a perder a mis hermanos —exclamó Scorpius furioso.

Lo empujó con fuerza haciendo que Draco retrocediera, lo volvió a empujar y dio con fuerza en la mejilla.

Abrí la boca impresionada y agarré a Scorp del brazo.

—Cálmate, no sirve de nada la violencia —murmuró Alessia.

—No puedo creer que hayas hecho eso —susurró Alana molesta.

Él asintió mientras lágrimas resbalaban por sus mejillas.

—La amo, quiero cambiar esto, pero ella me odia, no sé cómo arreglar esto—murmuró negando.

—Y tenemos que hacerlo rápido, Draco esto es serio, si ustedes no vuelven vamos a desaparecer, está empezando por los bebés —dije y este nos vio impresionado.

—Lo haré, lo arreglaré, pero necesito de su ayuda —dijo secando sus mejillas.

—Te ayudaremos pero no por ti, lo haremos para salvar nuestro pellejo —dijo Scorp entre dientes.

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ANASTASSIA RIDDLE

Vi el giratiempo en mis manos, lo había robado de nuevo de la estúpida de Granger, pero esta vez era necesario.

Suspiré mientras le daba las vueltas necesarias, sentí el familiar jalón y caí en el piso.

Me queje mientras levantaba la vista y observaba maravillada la elegante mansión en la que me encontraba.