M. Carlos Rivera - "Qué Lo nuestro se quede en lo nuestro"
Dedicado a katerinabeatriza
Reclino el asiento y se dispuso a esperar que la medicación hiciera efecto, el sueño lo venceria si o sí y durante unas horas , al menos, dejaría de trastornar su razonamiento. Los nervios no le habían abandonado, bajo ninguna circunstancia, después de leer el mensaje escueto que Teo le envío: -" Vuelve, ella te necesita" - su mente no dejo de cavilar la real situación de Helena.
Las preguntas se acumularon en su cabeza, su sagaz amigo conocía bien su naturaleza, ha sabiendas que el correría para estar a su lado sin medir el riesgo. El clima político de su país estaba transformado, la democracia gobernaba y a la luz pública se revelaban las atrocidades cometidas en Dictadura. Sus amados padres fueron dos grandes activistas que lucharon porqué esa verdad oculta se conociera, su madre una periodista valiente que trabajaba de clandestina inserta dentro de las células de los Partidos Opositores para conocer su realidad y su padre un respetado abogado alemán que conoció en carne propia el nivel de deshumanizacion de quienes ejercían la tortura, había salvado con vida gracias a la ayuda divina. Después de aquella experiencia su vida se volcó en defender a las familias de aquellos que su voz se dejó de escuchar "Los Detenidos Desaparecidos", pero en ese proceso y en consecuencia a esas decisiones tan loables y magnanimas que tomaron como escudo de batalla, el destino de Andros cambio para siempre.
Lo empujaron a entrar al Seminario, allí la vocación nunca imperó, con suerte a sus 20 años conocía a un par de sacerdotes amigos de la familia. Un par singular, que llamaban mucho su atención, no encuadraban con la figura rígida y superior que se tenía de ellos, hombres mundanos que serian claves a la hora de su llegada al ingresar ahí.
Ellos sabían el motivo real del ingreso y lo aceptaban, lo único que pedían a cambio era vivir bajos sus normas y ser fiel a sus preceptos, sin poder objetar a nada asintió en modo de sumisión. Sus padres habían creado una red de protección para él y su hermano Bernard impresionante; la orden se encargó de su vida, eran sus tutores, gracias a eso lo sacaron del país prontamente y lo llevaron hasta Alemania donde el régimen de la Dictadura no extendiera sus tentáculos. Aquello que el mantenía en resguardo era tan valioso como la vida misma de los refugiados que protegía en la actualidad.
Se rasco la barbilla y los vellos negros se clavaron en sus dedos, no recordaba la última vez que paso una navaja en su rostro para afeitarse, ante la inmensidad del dolor en el que vivía; el tiempo había perdido sentido en sí. Él estaba anclado al día del Adiós, cuando cruzó esa linea invisible del olvido donde se destruyó y su corazón quedó fragmentado en dos.
Helena le conocía tan bien que adivinaba sus estados de ánimo siempre, gracias a sus tic, que lo delataban sobretodo cuando se presentaba el de la ansiedad, pero ese nefasto día, al parecer, la fuerza creadera de Dios actuó sobre él y le brindó el mayor control del mundo para negar su amor.
Agradecio que Teo durante su ausencia, lo mantuviese al tanto de los acontecimientos buenos o malos , todo aquello que se suscitaba en sus vidas él lo sabia. Lloro a solas al saber de las cartas que Helena le escribía y nunca envió, saber que después que la pena de su partida se adormecio comenzó a volver a vivir de la mano de un nuevo amor, sin embargo, el silencio de las ultimas en sus email lo traían inquieto, un algo trastornaba su interior, lo mantenía en estado de alerta permanente y en ascuas, esperando quizás lo peor.
Ella no vivía feliz, su relación con Darwin estaba quebrada, posponiendo día a día un final de tragedia, manteniendole a flote, al grado de respirar por él. Se atrevió a pensar en lo egoísta que se vuelve el ser humano ante poniendo sus emociones a las del otro, subyugando a quien se retiene con el bálsamo de la palabra amor. El mismo había jugado esa treta, convirtiéndose en un completo imbécil, escudándose en su amor asumió por ella las correctas decisiones, omitiendo la verdad para no lastimarla, pero obvio lo que su razón no midió, que con ello casi la sepultó de dolor.
Cuando el avión comenzaba a desplazarse por la loza de la pista una sonrisa se dibujo en su rostro, solo la necesidad de ella lograba hacerlo capaz de voltear su ser , repaso lo acontecido horas atrás , su actitud confrontacional y su determinación, nunca antes le vieron así, ninguno de ellos dejándolos perpejlos. Hoy sólo era un hombre enamorado que se volvia egoísta y francamente le habría importado una mierda si sus superiores le hubiesen negado la autorización para viajar, él lo huhiese hecho igual, la desesperación lo tenia preso y aquel auto control impuesto se esparcía como polvo en sus zapatos.
En menos tiempo del previsto, consiguió el permiso timbrado y sacramentado, compro un boleto para retornar a casa, traspaso euros a pesos en su cuenta bancaria y contaba con 30 días de licencia para viajar y volver en su haber, sin embargo, él haría caso omiso a lo impuesto.
Cómo buen maniático del control saco su laptop para dirigir los asuntos que llevaba a su cargo, fríamente los coordino y dejo a otro ejecutor en su lugar para manejarlos. , la obra por la cual se mantenia a flote, no se vendria abajo. Durante éstos largos 10 años el aliciente a sus heridas eran las horas extensas de trabajo, los cambios de escenario, ser errante en un mundo cargado de soledad y la dedicación para sacar a salvo a las victimas, estos esquemas permitieron que su cordura se mantuvise a raya, encontró el sosiego para no correr de vuelta a Chile en busca de Helena y convertirla en su mujer.
Sin pensarlo las imágenes de los primeros años desfilaron ante sus ojos cansados, los dos primeros fueron su tormento, no se ambientaba al ritmo pausado de la orden, a la estricta jerarquía y sus normas, a los tiempos compartidos y la falta de intimidad. En los esquivos momentos de soledad la rememoraba, su olor, los sonidos de su risa y su voz, los gestos, los movimientos de sus manos, su andar. Cuando volvía a la realidad un frío inmenso lo sepultada. Contaba los minutos, que se transformaban en horas, en días, en semanas, en meses y luego en años que pasaba expurgando los pecados de otros; más que valorar el resguardo de su existencia miraba como estar allí le figuraba la condena que extinguia su vida
EL sueño le fue venciendo, su nombre retumbó en su pecho y se acompaso al latir de su corazón, los sentimientos atrofiados se distendieron y el empeño puesto para bloquearlos lo traicionaban con carta abierta, seguía abrazando la misma demencia de un sentimiento que quema, arde, se consume y renace como un fénix... amor de verdad.
En la nebulosa de su estado se vio sentado en la banca del viejo parque vestido con unos jeans desgastados y una polera sport, el pelo más largo de lo habitual y sus pies descalzo sobre el pasto verde y húmedo. En su interior sopesaba las innumerables ocasiones que tuvo para declararle su sentir, su nerviosismo era evidente, siempre lamentaba no ser valiente, meditar tanto los hechos hasta que éstos pasaban sin más. Por un momento quiso ser como Teo, frontal, no dejando margen al titubeo, comprendió que su mejor amigo se negaba a esperar, la vida era muy aprisa y según su ley todo se debía vivir ya, él no podía.
Helena era una niña delicada y asustadiza, que fue despertando al mundo acompañada de su mano, le costaba confiar, ser abierta y expresar lo que sentía, pero él la veía más allá.... descubrió que en cada gesto o palabra suya se escondía una verdad oculta, una mujer hermosa que florecía gracias al amor. Vio como la determinación se apoderaba al fin de él, brindándole valor para decirle: Te Amo ..corrió a su encuentro y la vio más hermosa que nunca, vetida con una simple solera color miel, sus cabellos sueltos al viento, esperando por él. Ella se acercó a él con pasó firme, su mano grácil acarició su mentón y el sabor dulzón de su perfume inundó su sentido sin más la tomó entre sus brazos y la apego a su cuerpo y tomando su boca por sorpresa la beso, quemo sus labios con la pasión contenida y ella le respondió dejando su aliento en cada momento. Un jalón la arrancaba de sus brazos y una mano oscura tiraba de su piel, trato de retenerla pero una sombra poderosa lo envolvía dejándolo ciego, el dolor rasgaba su alma; un él sin rostro se la arrebataba.
Una sutil mano sacudió su hombro y una mirada azulada buscaba contacto con los suyos, una voz suave le hablo en un perfecto inglés instruyendole que debía abrocharse el cinturón, la primera escala de su regreso se había completado. Estaba a la mitad del camino para rescatar a su mujer.....una vez renuncio a ella para protegerla, ahora daría su vida por volver a verla feliz.
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Más Allá de las Letras
Romance"Olvidar es todo un acto de clemencia, para torpes que no olvidan sus amores" Andros se vio a si mismo al leer las palabras del email... Ella lo necesitaba de vuelta. Aquellas defensas construidas caían como piezas de tablero de dominó, el engañ...