Sin Dolor , No Hay Amor

91 15 16
                                    

M: Camila Gallardo - "Más de la Mitad"

El dolor es una carga violenta de miedo y terror,  uno alimenta al otro. Primero el sujeto se paraliza y no reacciona,  el cerebro bloquea y  no ejecuta la sinapsis de ordenes básicas, esto lleva ha que el cuerpo permanezca estático,  en shock. Cuando el miedo da paso al terror las funciones orgánicas trabajan dirigidas  por la adrenalina y todo se vuelve eterio, se mira a través de un caleidoscopio dónde se dan cabida  imágenes distorsionadas y desordenadas de nuestra vida.  Helena repaso los procesos metódicamente en su cerebro, sabía de antemano como reaccionaria su naturaleza ante la expectativa instalada en su ser,  D había tomado una decisión.

Aprendió,  a través, de los años que no podía permanecer estática   al lado del teléfono esperando su llamado o en casa como perro guardián pegado detrás de la puerta,  la vida seguía marchando, a pesar de sus tristezas y miedos. Andros     se   lo  explico   cuando era una niña,   le inculcó   la importancia de permanecer estoicos ante el miedo esto nos da ventaja - se sobre llevaba mejor el hecho de estar heridos, magullados o rotos en nuestros sentimientos;   aparentar entereza nos permite mantener el orgullo intacto frente a los otros.  Gracias a él y ese orgullo alemán tan arraigado en su ser, no murió el día que su corazón quedó hecho mil pedazos.

Las palabras de D  surgieron como la retaliacion a su falta de entrega, no podía negar que fueron el az bajo la manga,  para resultar vencedor. Era cierto,  jamás comprendió como se debía amar, transformándose en la lóbrega carga que llevaba a cuesta desde el día que Andros eligió su destino.

Evocar esa sensación pérdida,  era el dolor más pujante en su alma, pensó en la primera vez que creyó estar  inmersa en las corrientes del amor, se dio siendo demasiado joven e inexperta,  atesoro momentos que valoró  memorables, sublimes : sus sonrisas y modales galantes, la manera de buscar alegrar sus días, el coraje en sus actos para resguardarla del dolor,  ella era su joya, aquello único que se admira pero no se toca, ni se daña. Cada año que paso en su compañía menguo un sentimiento impoluto, él era su esencia, el pulso de su torpe corazón,  el rubor de sus mejillas, la sensación visceral de pertencia, el eco de su alma.  En sus noches de insomnio se imagino viviendo en sus brazos firmes y de hombre formado a pulso , Andros era su hogar, él  proyectaba seguridad y calidez, algo tan carente en su vida.  Todo  lo que construyó con ilusión,  se  desmoronó con aquellas dolorosas palabras que sepultaron sus anhelos   - "Ingresare al Seminario Menor"  - pensó que Andros le jugaba una treta, una broma macabra ¿quizás ? . Parpadeó muchas veces, para  despertar del mal sueño; escudriño los detalles en  su semblante y vio las señas dibujadas en él, decía la verdad.

No lloro,  ni se inmutó, no apeló al amor que profesaba  para retenerle,  simplemente trato de digerir sus palabras , de comprender que los motivos que lo separaban de ella eran superiores a los que su corazón podría ofrecer. 

Guardo silencio, en su naturaleza apacible estaba el aceptar las razones que se le planteaban y el amor que hervía en su interior dejaría la fuese consumiendo, el sentir dolia.  Sin más que el impulso involuntario de su derrota, se atrevio a  rodeadar su cuerpo  varonil en un fuerte abrazo tratando de conservar en su memoria sensorial, aquélla  esencia masculina para siempre.  Las manos grandes , fuertes de Andros la inmovilizaron , sobrecogieron sus tenues fuerzas y  puestas en su espalda la desmijaban en pequeñas partículas que se llevaría el viento; en ello le susurro unas palabras al oído en un perfecto  alemán que no alcanzo a descifrar, el nudo atorado en su garganta era tan doloroso que  a callaban los sonidos de su voz,  el velo de las lágrimas amenazando sus bellos ojos negros y profundos se dibujaban en su rostro,  ahora entendía porque llevaba los cabellos cortos, atrás quedaron los mechones rebeldes que se escapaban en sus cabalgatas.

Más Allá de las LetrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora