ADENOPHORA

#5: Una vista un tanto diferente.

—¿Quien está por ahí?— pregunto a la nada empuñando mi navaja.

Se que nadie respondería, aún así pregunte lo mismo una vez mas.

—¿QUIEN ESTÁ AHÍ?

Puedo visualizar un mechón de cabello asomándose y rápidamente escondiéndose, ya cayó.

Me acerco rápida y sigilosamente hacia el mechon de cabello. Logró descubrir quien me estaba siguiendo.

Es una chica, y parece que esta temblando.

La agarro del cuello utilizando mis dos manos, puedo notar por su expresión que esta sintiendo temor... Creo que sabe que voy a acabar con ella.

¿Por qué le causa tanto miedo la muerte?... No la podrá volver a matar dos veces.

—Preciosa, ¿que necesitas?— Le pregunto irónicamente apretando más su cuello y arrecostando su espalda contra la pared.

—N-Nada, jeje. Solo estaba caminado por aquí— Miente la chica con un tono nervioso.

—Querida, dime la verdad— Pido con una gran sonrisa.

—Por favor Halley, no lo hagas.

—¿Como sabes mi nombre?

Ella se queda en silencio unos segundos. Luego solo pronunció suavemente una explicación que no logre escuchar.

—Habla ahora o calla para siempre— digo con un tono amenazante para después mostrar mi navaja.

—Los Angeles— susurra.

Veo que la luz de la luna se posa en su rostro. La chica tiene un ojo de color café y otro de color miel. Me atraen esos ojos... La suelto de manera inmediata y caigo al suelo. Me estoy mareando.

❥ FlashBack.

—Cassia, calmate no les hagas caso a esos estupidos— digo tratando de calmarla.

—Harper, t-tu no entiendes, las personas no se burlan de ti por tener los ojos de distintos colores—
habló ella entre sollozos.

—Cassia, todas esas personas que se rien de tu bellos ojos, tienen envidia.

—¿Envidia?

—¡Sí! Yo también desearía tener unos ojos como los tuyos y no estos aburridos marrones. Los demás sienten envidia porque tienes dos colores en vez de uno, ¡querida, deberias sentirte orgullosa!

—¿T-tu crees?— me pregunto ella mientras paraba un poco su llanto.

—Claro, hasta te lo aseguro... tu eres una chica afortunada.

—Gracias por todo, Harper.

En ese momento a ella se le formo una sonrisa y se lanzo para abrazarme.

❥ Fin del FlashBack.

Me pongo la mano en la coronilla de mi frente, busco con la mirada a la chica y la encuentro hecha un ovillo detrás de un bote de basura. Me levanto del suelo y vuelvo a tomar la navaja.

—¿Sabes quien es Cassia?— le pregunto de manera fría.

—C-creo que si... ella estuvo en mis sueños, no se quien en concreto, pero se me hace muy conocida.

—¿Qué te dijeron los supuestos ángeles de mi?— pregunte cambiando de tema.

—Qué... te tenia que ayudar. En realidad no se si son ángeles... creo que son más como recuerdos—. confiesa ella un poco avergonzada.

—¿Cómo sabes quien soy yo? ¡¿me estabas espiando!?— le digo algo enfadada.

—¡N-no! tome prestado tus documentos y te vi en el campo gritando tu nombre.

Mierda.
Debo pensar dos veces antes de hacer algo.

—¿Sabes que?— Le pregunto apuntando la navaja a su cuello.

—¿Q-Que sucede?

—Te necesito.

Guarde la navaja en mi mochila, luego continúe hablando.

—Me gustaría acabar contigo por estar espiando. Sin embargo, las estupideces que dijiste tienen un poco de sentido para mi. Así que te perdonaré la vida... por ahora, no te confíes. Ahora, ¿como te llamas querida?

—Franchesca— me dice un poco aliviada.

—De acuerdo, Frambuesa, ahora en adelante pasaras un buen tiempo conmigo. Así que iremos a tu departamento.

—¿Cómo sabes que tengo un departamento?

—Se nota demasiado, eso no importa. Por cierto, esto quedará entre nosotras, nada de otras personas... MENOS la policía.

—E-esta bien.

—Espero que tengas comida y mucha ropa.

Ella asiente.

Ya no viviré mas en ese sucio edificio abandonado.