HALLEY
Estábamos viajando hacia la calle que aquel día presencié el asalto en la casa de Ginebra, yo ni siquiera tengo puta idea de lo que sucedió exactamente, tengo solo el recuerdo de que trate de convertir a un hombre en mujer, una vaginoplastia, bastante rupestre.Pues mis indicaciones fueron una porquería, pero Franchesca tiene un excelente sentido de ubicación que en cuanto llegamos al vecindario, era cuestión de estacionarnos cerca de la casa.
Cuando más nos acercábamos a la casa, sentí muchas energías en el ambiente, trate de buscarle una explicación pero Franchesca me saco de mis pensamientos.
—Halley—.
—Enserio, justamente cuando estamos por buscar a la niñita¿Que quieres?—dije tocandome la coronilla.
—Mis compañeros de francés viven en estas casas—hizo un gesto en señalando la casa en la que estábamos y la de a lado- creo que Jaden vive aquí-.
-Mejor, ya tenemos excusa para entrar- dije y toque el timbre de su casa.
Un minuto después, salió un chico de tez trigueña y alto, con un afro gigante, con un buen físico, no es mí gusto.
—Mmmm, hola ¿Franchesca? creo y compañía—dice extrañado.
—Hola Jaden, que bonita casa, más bonita se ve por dentro—lo empujó y entro a su casa, veo a sus padres teniendo una cena, la niña no estaba en la mesa—Buenas familia—me acerco un poco y un hombre parecido a el amigo de Franchesca pero en versión adulta pero calvo y bajo,se pone en pie un poco aturdido por la situación.
A mí espalda note por un momento a Franchesca demasiado nerviosa al estar con Jaden y tratando de hablarle sobre lo que pasaba.
—Señor, habíamos acordado con Jaden en hacer el trabajo de francés, no comentamos la hora, por lo tanto decidimos llegar a esta, pues como era el único que no tenía grupo y a nosotras nos faltaba un integrante— dije acercándome a la mesa de la comida y tomando lo que parecía un taco, mis favoritos-asi que estaremos un rato aquí.
—Mmm, papá, nos iremos al estudio un rato a hacer la tarea—dijo Jaden— Suban por aquí.
Íbamos subiendo las escaleras, Jaden en la punta, Franchesca y yo atras, me le acerque a la oreja a Franchesca y le susurré al oído.
—Distraelo y yo me encargo de la niña—.
Al llegar al estudio, habían muchas fotos en las paredes, en una estaba Ginebra, cargando un conejo.
—Que linda niña—mencionó Franchesca al ver la foto.
—Es mí hermana, está jugando por ahí, por acá está mis cosas—dijo, señalando un escritorio.
—Jaden querido, me dices dónde está tu baño—dije.
—Hay uno abajo a la derecha, la puerta tiene un pato—dijo avergonzado.
Salí en busca de Ginebra, cruce rápido por el lado contrario del estudio para ver si se encontraba en su habitación, no estaba ahí, ya sabía que en la sala no se encontraba.
Hasta un momento que sentí como una fuerza que me llevaba hacia el jardín trasero de la casa, simplemente me deje llevar hacia ella, al entrar al patio, demasiado pintoresco, tenía una piscina, una fuente y una casita, lo suficientemente para una niña de 8 años
Ahí estaba Ginebra, con un telescopio viendo a Sagitario, por alguna extraña razón, sentí un calor dentro de mí.
—Hey—llame a su atención.
Cuando se percató de mí presencia, su expresión cambió.
Se acercó corriendo, vi como como sus ojos café claros brillaban y su cabellera bailaba con el aire, sonreía.
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ADENOPHORA
FantasyAquellas almas tan perfectas aún sientía que estaban conmigo. Cuando dejaron de existir se llevaron mi felicidad y tranquilidad al infierno, donde ellos merecían estar. Siento que puedo acabar con todos... Debo acabar con todos. Adenophora. Una his...