Cada minuto que pasa, me siento más vacía, más rota, más a la izquierda que al centro.
Me siento más utilizada y rechazada, más triste y más sola, más cansada y menos graciosa.
Cada palabra que sale de mis labios, es ajena a mi cabeza.
Mi cuerpo está en una monotonía que me carcome cada vez más; mis ojos ya no bailan observando a su alrededor. Sólo miran al frente, sin realmente observar...
18.03.2017