¿Alguien que me rescate?
Que venga por mi y me recoja en sus brazos amables.
Que me diga que hoy soy alguien especial. Que no haga que me esconda de lo que llevo dentro. Que me apriete fuerte y me sonría con ternura y amor
¿Hay alguien que me quiera por ahí?
Mi secreto pesa. Lo llevo atado al cuello con una soga que cada día aprieta un poco mas. Siento esa cuerda invisible cuando cierro los ojos y cuando estoy en mi cuarto en la soledad de una noche que no me deja dormir.
Quisiera ser feliz pero no puedo. No puedo. No puedo. Y le prometo a todo el mundo que quiero: quiero ser feliz. De verdad. Pero ¿puede serlo alguien sabiendo que no puede tener lo que mas desea?
Debo conformarme. Pasar a otra pagina del libro. Ignorar lo que dicta mi corazón. Decidir de una vez por todas que todo esta perdido.
Admitir el final.
Sin embargo, no es tan sencillo renunciar. No es nada fácil olvidar que lo que sientes no se va a ir, que se va a quedar.
Y mañana al despertar volveré a sentir la misma impotencia y la misma angustia por seguir sintiendo lo que siento.
PD: Estas palabras fueron extraídas del libro "¡buenos días, princesa!