Siempre sentía cómo mis mejillas se sentían tan calientes con un pequeño roce de tus dedos.
Sentía cómo mi corazón se saltaba un latido cuando de lejos, te veía caminar hacía mí y sonreírme, esa sonrisa de la cual me enamoré.
Fui tan feliz cuando me dijiste que me amabas, sonaba tan real, tan sincero.
Me enamoré mucho más de ti cuando lo dijiste, me encantó que lo hayas dicho, a pesar de que sólo fuera una mentira más...