Capítulo 8: Just a Shopping

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Yuki estaba sentada en el mueble de la sala, viendo televisión, una serie animada, un capítulo que se lo sabía de memoria, el animalito necesitaba del líquido de su mamá para sobrevivir, al final todos terminaban silvando juntos.

Eto estaba en su recámara, aún pensativo de lo que había ocurrido, pensó que no volvería a poder empuñar algo nunca más de nuevo, pero podía mover su mano normalmente y empuñarla fuertemente sin dolor alguno, pero cada vez que intentaba empuñar con fuerza, lo hacía despacio , aún rondaba por su imaginación el dolor que sintió, como sus tejidos se desprendían uno por uno, el que tu hueso se encuentre afuera de tu músculo, ese dolor que te causa locura y no deja de doler aunque te retuerzas, como olvidar eso en cuestión de horas.

Se escuchó un silvido de todos los personajes al unísono que salía de la televisión, indicaba que el capítulo estaba a punto de terminar.

Eto miró el reloj que acompañaba pegado en su ventana, que en realidad no era un reloj sino, números de vinil pegados a la ventana, marcaba las 6:18 PM.

De pronto sonó el celular de Yuki que estaba a no más de un metro de distancia de ella.

Lo cogió y verificó de quien se trataba. Un mensaje salía de la pantalla en un pequeño rectángulo.

Llamada entrante de: El puto amo.

Yuki apagó el televisor y deslizó el icono verde con su dedo índice, contestó la llamada.

-¿Si jefe? —Saludó.

Un silencio se apoderó de la sala durante algunos segundos. Luego, se escucharon varias afirmaciones de Yuki en intervalos de tres a cinco segundos "si", "ajá", "entiendo" hasta que un "de acuerdo" dió por finalizada la llamada. 

-¡Eto! ¡Eto! ¡Eto! ¡Eto!   —Grito yuki en un tono exasperante  entrando en la habitación del niño.

-¿Si? —respondió Eto quien aún miraba su brazo.

-Mi jefe ha llamado, hay una misión   —explicó subiéndose a la cama y añadió— necesito que vayas tú, porque el chico al que trataremos es... algo peculiar, por así decirlo.

-Hmmm ¿Ya no haremos galletitas? —murmuró Eto

-Claro que sí torpe, pero esto es un tanto más importante

-¿Más importante que galletitas? 

-Si, además, pasaremos comprando harina —sonrió y se levantó de la cama—

-Meh —refunfuñó Eto.

Ambas bajaron, Yuki sabía que Eto estaba bastante molesto, había estado rogándole toda la tarde para que preparasen las galletas bañadas en chocolate que habían en el libro de cocina, pero Yuki tenía demasiada pereza como para mover su pesada carne y hornearlas así que le dijo a Eto que en la noche y optó por ver la maratón de caricaturas que estaban transmitiendo en televisión. 

Salieron del Hotel, una gran pila de autos decoraba la cuadra, Yuki bostezó y sacó del bolsillo de su traje un llavero que tenía la forma de una cola de conejo esponjoso y lo presionó, un sonido se emitió desde alguna parte de la cuadra y Yuki caminó hacia el eco. Luego de caminar unos minutos llegaron a un automovil, una lujosa camioneta blanca, Yuki abrió la puerta y se adentró en el, eto saltó y se subió al asiento del copiloto, ambas abrocharon sus cinturones y partieron rumbo a su misión, hubo un enorme silencio dentro del automóvil durante varios minutos hasta que pasaron por lo que parecía ser una zona comercial donde habían muchos juguetes para niños, Yuki miró de reojo al asiento de al lado, Eto estaba hipnotizado mirando la colorida zona, Yuki echó un vistazo a su reloj, no estaban tan retrasados, decidió romper el hielo.

ETO [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora