C* 4

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Narra Jin:

-Por fin llegamos- me quejé mientras estiraba las piernas. Casi se me habían dormido completamente.

-Tú no te quejes, llevas más de medio viaje durmiendo.

-Tssss- susurré mientras me llevaba el dedo índice a la boca.

-No me mandes callar idiota- me espetó a broma mientras bajaba del coche y se ponía a mi lado- ¿dónde quieres ir primero Pink Princess?

Miré toda la superfície, la enorme superfíce, era todo tan... ¡Terrorífico! Una enorme montaña Rusa se elevaba por lo menos 11 metros por encima de nuestras cabezas y una enorme mansión de un color morado oscuro con unas letras terroríficas era lo primero que encontrabas al entrar.

-¿Es todo tan...?- no acabé la frase para no parecer un cobarde miedica.

-¿Terrorífico?- preguntó Nam Joon con un brillo de humor en los ojos- pues claro que no Pinky Princess, esta es la entrada terrorífica, hay otras entradas más... ¿Normales?

¿Me lo hizo a propósito? Yo me lo cargo. No quiero quedar mal delante de él. Tragué saliva y dije con fingida indiferencia:

-No te preocupes la casa esa con la sonrisa siniestra no me provoca miedo, podemos empezar por ahí.

Dios, casi me cago en los pantalones mientras nos acercábamos a esa estúpida e inútil casa.

Me sudaban mucho las manos, ¿por qué tenía tanto miedo? Todo era falso, cartones falsos, caricaturas estúpidas y gritos escalofriantes editados para dar más miedo, no era la gran cosa...

NamJoon parecía disfrutar de la escena, me miraba con un curioso humor y a veces abría la boca para decr algo pero la cerraba al segundo y soltaba una carcajada. Así la media hora que estuvimos haciendo cola a esta estúpida atracción sin sentido.

NamJoon estaba muy pegado a mí, desde hacía ya varias horas que o me tocaba el brazo o pasaba sus brazos por detrás de mis hombros... Todos los movimientos y miradas que me lanzaba me mandaban un escalofrío interno por todo el cuerpo y hacía que mi corazón se encogiese.

¿Él se daba cuenta de lo que me provocaba...?

-Siguiente- dijo una monótona voz, dándonos a entender a NamJoon y a mí que era nuestro turno.

-Dos entradas por favor- dijo NamJoon con una sonrisa coqueta mientras sacaba el dinero.

-¿Recorrido largo o corto?- preguntó con la misma sosa voz.

-A mí amigo le parece muy sosa esta atracción y me gustaría que la disfrutara. Denos el largo- dijo NamJoon. Jodiéndome la existencia desde que lo conocí.

Yo solo tragué saliva cuando NamJoon me dirigió una mirada cómplice y maligna.

E increíblemente sensual.

-Estuvo genial, ¿verdad?- me prguntó NamJoon mientras yo aún seguía cogido a él como un koala.

No supe que contestar. Tenía los ojos abiertos como platos y no me veía capacitado para pronunciar ni una palabra. Me sentía avergonzado por lo ocurrido, por mi comportamiento. Pero con tan solo recordar esas miradas... Esos gritos...

-¿Jin?- me preguntó mientras bajaba su cabeza para verme pegado a su pecho.

Por fin reaccioné, soltándome de golpe y agachando la cabeza con la cara ardiendo.

¿Qué demonios?

Nada más entrar a la casa, con toda la oscuridad me entró pánico y no pude evitar coger el brazo de NamJoon con mucha fuerza, aunque estoy seguro de que no le hice el menor daño pues era muy duro. Después vinieron los gritos, luces parpadeantes de colores oscuros, miradas a través de la oscuridad brillantes y afiladas, como las de un gato asesino.

Mamá- NamJinWhere stories live. Discover now