Rich bitch

Capítulo 4

Como iba diciendo, al coger la tarjeta de la habitación 310 en la recepción entré en el ascensor hacía el 3-er piso mientras me arreglaba el maquillaje.
Llevaba puesta una falda de cuero (como no), un corset, unos tacones, pintalabios rojo oscuro, raya delineada y rímel. Debajo de la poca ropa tenía puesta un conjunto de lencería negra de encaje negro (tengo un montón de conjuntos de lencería en mi armario a causa de que la mayoría de los clientes no se esperan hasta que yo me desvista, putos burros babosos).
Sonrío cuando me doy cuenta de que me voy del tema al hundirme en mis pensamientos.

Me acerqué a la puerta de la habitación después de buscarala unos minutos...vaya, este piso si que está bien cuidado....alfombras nuevas en el pasillo...este color era precioso....las paredes pintadas de amarillo oscuro con cuadros desconocidos porque no me ha dado tiempo estudiar mucho dada mi situación. Un par de plantas que recuerdan a unas palmeras en las esquinas de los pasillos y luces que hacían la ilusión óptica de salir de las paredes...realmente era muy bonito el piso.....¿que porqué no sabía de esta planta? Porque es una de las reglas de este hotel es seguir las órdenes...y nunca hemos tenido derecho a pasear por el hotel al menos que tengamos un cliente.

Al oír un click" en la puerta y ver la luz verde, reacciono empujando la puerta para abrirla. La luz me deslumbra por un momento. ¡VAYA VENTANAS CHAVAL! La habitación me sorprende más que el pasillo, y mira que me pareció algo imposible. Unas grandes ventanas a base de pared lateral cubiertas por unas largas y blancas cortinas. A los lados de la gigante ventana (por no decir pared transparente) puedo encontrar unas preciosas cortinas de color granate. Intuyo que es para dar un poco más de intimidad hacía el que utilice esta habitación.

Me quedo embobada con cada detalle de la habitación hasta que me doy cuenta de una figura reconocida a mi parecer. Ese pelo tan bien peinado, las mismas llaves del lujoso coche en la mesita de noche...un traje que de espaldas puedo apreciar la cara tela....
Y entonces se gira...

Y se me corta el aliento....

Está que te cagas...ayer le recordaba algo borroso pero ahora, puedo afirmar de que no puedo entender las causas de la asistencia de este individuo en un sitio como este hotel. Lo que si que puedo afirmar, es que me encanta.

Aclara la garganta enseñándome sus buenos modales, indicándome de que ya es la hora de hacer el trabajo por el que me paga.

Resoplo y me molesto por la vergonzosa actitud que tuve hace un momento...ni que fuera el primer hombre que viera....pero este...puf....me recordaba a una pantera, salvaje, precioso, prohibido...(ayy que cursii que te haces niña).

Me quito la falda quedándome en tánga mostrándole los preciosos encajes de ella...y por una MUY extraña razón y digo MUY porque sólo me pasó esto el primer día, sentí vergüenza. Pero tenía que seguir con lo que empecé pase lo que pase, hasta si ahora mismo siento las mejillas tan calientes que parece que llevo dentro un infierno.

Ante su atenta y profunda mirada me deshago del corset y lo tiro en el suelo. Estando en lencería, sintiéndome bastante expuesta (y repito, esto nunca me había pasado) me tumbo en la cama esperándole. El se acerca, roza mi mejilla con sus dedos...y es cuando pequeños fragmentos del día anterior (de nuestro primer encuentro) aparecen en mi mente. Momentos íntimos, pero no tan íntimos como en que le tenga entre mis piernas, sino momentos de besos, de caricias, de nosotros. Y es cuando por una vez más siento la necesidad que me lo vuelva hacer, pero esta vez que sea algo inolvidable.
........................................................................................ Pido perdón por la tardanza bichos, estaba de fiesta celebrando cosas y se me había olvidado publicarlo...pero hoy se considera ayer y ayer se considera hoy....ay que me pongo filósofa. Bueno, el hecho es que no pude dormirme tranquila sabiendo que he prometido que subiría el capítulo.

Qué disfrutéis biiiiiiiichos mios ❤️.