Capítulo 10

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Esto es muy extraño, estoy con el en la cama, me acabo de despertar de la siesta, él está cerca mía, yo le abrazo como si fuera una almohada, con una pierna situada cómodamente sobre su cuerpo. Me levanto lentamente para no despertarle, pero al parecer eso se me da como el culo porque sin querer tiro de la sábana y le destapo, él se remueve y medio abre los ojos. No le he visto porque estaba embobada con su torso descubierto. Subo mi mirada a su cabello. Ese cabello negro, suave, ahora muy desordenado. Luego me doy cuenta al bajar la mirada hacia su cara y le veo mirándome. Principalmente porque estoy ahora desnuda. Me avergüenzo y voy hacía el baño roja de la vergüenza. La voy a cagar como siga corriendose dentro de mi. Es un deleite de los dioses, no lo niego, pero no puedo seguir haciéndolo sin condón, las pastillas anticonceptivas no me permiten el máximo seguro. Siempre hay ese pequeño porcentaje de riesgo y un aborto jode mucho el cuerpo, lo sé porque una de nuestras chicas después del aborto estaba hecha una mierda. Te machaca el cuerpo.
Metida en mis pensamientos me meto dentro de la ducha y miro mis manos. El cinturón me dejó rojas las manos.
Me acuerdo que después de que saliera de mi, me dio un beso cuando me desataba el cinturón. Este acto me encantó. Fue algo increíble, algo salvaje, cansado, y deseado. Como un piti después del sexo.
Cuando salí de la ducha para ir a por mi ropa e irme a mi habitación le encuentro todavía en la cama, desnudo, liándose un porro, os aseguro que no es tabaco de liar, se nota por el olor. Me mira mientras moja el papel de liar con su lengua y tuerce la sonrisa cuando lo pega.

-¿Te apuntas?

-Eres muy travieso...¿no se supone que personas como tú son los típicos hijos ideales que hacen todo lo que dicen sus padres?

-Tomando en cuenta de que tengo ya mis 26 años cumplidos, y soy una persona independiente....además, estoy aquí....¿Que fume maría es lo más raro que te parezca de mi?

-Me gustaría preguntarte tantas cosas...pero soy una puta, y las putas hacen su trabajo y se callan.

-Cariño, me demostraste que eres algo más que una simple puta, de hecho me interesas.

Esto me ha dejado totalmente en shock, decido pasar del tema.

-Quiero fumar contigo ese porro pero te va costar demasiado caro si me quedo unas horas más contigo.

-Ya he pagado para estar todo el día contigo, tranquila.

Díos , esto parece la típica historia de amor y esas mierdas pero de verdad que me encantó que me quiera soportar durante todo el día. Resoplo y me siento con el en la cama mientras el enciende el porro y le da una buena calada.
Luego le oigo hablar.

-Por cierto, respeto a lo de padres, no es que desobedezca sus órdenes, es que no tengo padres.

Eso me sorprende y sin darme cuenta ya solté la frase.

-Ya somos dos huérfanos entonces.

-Vaya, por fin me estás hablando de algo de tu vida, ya me preocupaba que no me hables nada, normalmente las chicas sois muy sueltas respecto a esto.

Me siento ofendida que haya generalizado a las mujeres.

-Eres un capullo (vaya vaya, ya vuelves de nuevo) No puedo entender como puedes generalizar a las mujeres, cada una somos diferentes, si encontraste chicas así no es porque sean todas así. De hecho yo nunca hablo a nadie de mi.....

He sido tapada por su boca, noto que me está besando. Me está besando con ganas, con su mano apretando mi cabeza hacía suya y no me corto en aprovechar para tocarle el torso y llegar hasta toparme con el porro de la mano que sostiene en la mano derecha se lo cojo. Con otra mano utilizo mi dedo pulgar para interrumpir el beso situándolo entre mis labios y los suyos. El se aparta con una sonrisa sexy.

-Soy un pervertido pero me encanta cuando me insultas (ronronea)

Muerdo mi labio y me llevo el porro en la boca. Le doy una profunda calada. Me siento encima suya (todavía desnuda), le abro la boca y le suelto el humo dentro. Él inhala el humo y lo suelta.

-Intento tratarte por quien eres pero me resulta jodidamente difícil. ¿Porqué me haces esto?

-Yo no te hago nada, sólo soy una más. (Le contesto yo tocándole el labio inferior)

-Hazme caso, una más ten por seguro que no eres.
Acto seguido mientras doy otra calada al porro me aprieta de la cadera y me baja hacía su amiguito. Me restriego un poco por encima suyo. Pero como castigo no le dejo que se introduzca dentro de mi.

Con la mano que tengo el porro se lo bajo hasta sus labios y él le da otra calada.
Me noto muy fumada. Y cachonda. Pero estar cachonda ya es normal para mi cuando está él al lado mío.

Rich bitchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora