8-Mi otra mitad

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Pasaron los días, iba a la universidad en la mañana y en la tarde salía a despejar la mente. En la noche tocaba piano y en cuanto podía realizaba mis clases.
Ya mañana era sábado y aún no estaba segura si ir a la fiesta de Adam, ese chico... No dejaba de pensar en él por dos razones, la primera es que sé que me esconde algo y la segunda no lose, mi vida es un poco complicada con eso de sentir las emociones de los demás y ahora más con otro problema en mi mente. El sonido del teléfono me saco de mis pensamientos. Es Lucy, seguro es para saber que decidí.

-Lucy? - conteste.

-Al fin contestas, te eh estado llamando y tú cel me mandaba a correo de voz, se puede saber qué decidiste?

No estaba segura de ir, pero creo que debía de hacer el intento por lo menos por Lucy; si por lo menos por mi única amiga.

-Bueno, solo por qué tienes mucho que...- Lucy chillo del otro lado del teléfono como una loca, sobresaltada de la emoción.

-YUPIII, sabía que al final de todo irías- contestó muy emocionada- pues mañana pasaré por tu casa a las 7, yo te ayudaré con el vestuario y el maquillaje.

Lucy era la reina de la belleza si de moda se trataba, siempre es la que se encarga de ponerme deslumbrante ante cualquier evento que se me presentará.

-Bien, está bien pues- respondí derrotada.

-Chau jodona

-Adiós tonta- colgué la llamada.

(...)

Ya eran las 6 de la tarde y no tenía nada de ánimos, Lucy me deberá un favor mayor después de esto.

-Aliss? - me llamó mi hermano tocando la puerta- Puedo pasar?

-Claro Alex, pasa.

Entro y observó el desastre que tenía en mi habitación, él era todo lo contrario a mi, era muy organizado, no era el típico chico desordenado.

-No creo que mamá quiera entrar y ver esta habitación así- apuntó mis desórdenes.

-Losé, pero no tengo ánimos de nada- respondí abrazando la almohada.

-Ehh...quiero pedirte un...favor- me dijo un poco sonrojado, mi hermano sonrojado, eso sí que es fuerte.

-Mmm descuida estamos en confianza, ven siéntate- le di palmadas a la cama.

-No se como explicarte, es que me gusta una chica y...quiero invitarla a salir pero...-lo interrumpí.

-Nunca has tenido una cita, cierto? -respondí tratando de descifrar su cuestionamiento.

-Bueno pues e salido con chicas, pero es diferente esta vez.

-Entiendo, ella te importa más que a cualquier otra.

-Exacto-respondió- crees poder darme una idea o consejo?

-Bien, lo primero es que debes llevarla a un lugar que ella se sienta segura, feliz y que de verdad sea su ambiente, no le regales Flores, peluches y chocolates, eso ya está muy anticuado y cursi, si le vas a obsequiar algo debe ser algo que ella de verdad valoré y que por lo menos le dure un tiempo. No le hables tanto de ti, al menos que ella te pregunte, trata de estar relajo y con una postura confiable, no le hables de cosas de hombres o algo relacionado al sexo, por lo menos hasta que ella te de una iniciativa y finalmente no te apresures al tiempo- termine diciendo.

-Bien, ya anote todo por si algo se me olvida, gracias hermana- me miró agradecido con una sonrisa y se retiró

(...)

Está  es mi historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora