Cap 16

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Emma estaba en la casita donde por años se refugió a tocar y desahogar sus tristezas. Vio su violín pero no lo tocó puso música y aquella canción la hizo recordar todos los momentos junto a Cristian. Desde su primer encuentro hasta cuando durmieron juntos. Cristian había hecho por ella cosas que nunca nadie había hecho. Siempre la trato como ella anhelaba. Y se dio cuenta de lo ciega que había estado. Había cometido el mismo error de Leo. Tenía el amor verdadero frente a ella y lo había perdido. Por primera vez Emma era amada por ella misma pero era demasiado tarde para ella. Cristian se casaría. Emma lloró porque por segunda vez perdía en el amor. Abby entró. Sé lo difícil que debió ser rechazarlo Emma. Pero todavía puedes volver si eso quieres. Leo siempre ha sido tu debilidad. No Abby, no estoy así por Leo. ¿Entonces? Es por Cristian. ¡Qué! Sí Abby tenías razón. Cristian es el amor de mi vida. El hombre que soñé por tantos años. Quién merece mi corazón y todo de mí. Por el que suspiro ahora, por quién me motivo tocar y componer. Mi inspiración, mi musa, mi todo. Y fui tan tonta por no darme cuenta. ¡Fui una estupida! En eso te doy la razón amiga. Pero no te pongas así. Estás a tiempo. No Abby ya no. Cristian va a casarse e incluso me envió un email diciéndome que cedería mi carrera a otro manejador de su confianza. Emma ya una vez te quedaste callada y mira lo que pasó. Esta vez debes hacerlo diferente. Pero. ¿Y si pierdo? ¿Y si no? Es un riesgo que te tomas pero al menos sabrás que pasó y no te quedaras con la incertidumbre de lo que pudo haber pasado. Por una vez en tu vida hazme caso. Sí Abby, tienes razón. Esta vez voy a escucharte. Emma salió corriendo de allí iría a Francia y le diría a Cristian todo lo que sentía.

Tomó el primer vuelo de la mañana directo hacia su nuevo destino. El viaje fue eterno para Emma pero al fin había llegado tomo un taxi y fue directo al apartamento de Cristian sus nervios estaban a flor de piel. Sus manos no dejaban de temblar. Llego hasta su puerta y toco. ¡Filme Emma! Salut Aina. ¿Cristian esta? Sí, pase. Mercy. Yo digo. ¡No! Yo iré. Aina asintió. Cristian estaba tocando el piano. Emma asomo su cabeza y Cristian estaba tomando. ¡Aina je dis que je unique! No es Aina. Soy yo. Cristian la miro y luego siguió su camino hacia la ventana. ¿Qué haces aquí? Te hacía feliz al lado de Leo. Pensé que después de lo que le dije correría a buscarte. Así que fuiste tú. Era lo que querías Emma. Y era hora de que se supiera la verdad, como debió ser desde un principio. Tal vez así la que estuviera casada con Leo serías tú y no esa arpía. ¿Te busco? Sí. Supongo que debes estar feliz. Al fin se dio lo que tanto anhelabas, el amor de Leo. Pensé que eso era lo que me haría feliz pero no fue así. Cristian la miro extrañado. ¿De qué hablas? Leo me pidió perdón y me ofreció todas esas cosas que yo alguna vez quería escuchar de sus labios, pero en ese justo momento me di cuenta de que a la persona que deseaba escuchar diciéndome esas cosas era otra. Ah sí. Sí. ¿Y se puede saber quién? Claro que puedes porque esa persona eres tú Cris. Quizás sea tarde para esto que te voy a decir pero no pienso callarme de nuevo. No pienso dejar pasar la oportunidad de decir lo que siento. Ese error lo cometí una vez pero no dos veces. Me di cuenta de que mis sentimientos y mi corazón fueron cambiando hacia ti. Que siempre estuve enamorada de una ilusión y quería ver en Leo el hombre que yo anhelaba. Y por eso no me di cuenta que ese hombre estaba a mi lado y ese hombre eres tú. Has hecho por mí lo que nadie. Y sé que todo lo que hiciste lo hiciste por amor. Y sé  que no es justo para Vera que yo haga esto. Y tal vez sea demasiado tarde como lo fue para Leo pero no quiero irme de aquí sin antes hacer esto. Entonces fue hasta Cristian y lo beso. Lo beso como había soñado besar a su verdadero amor. Su labios se unieron en una daza mágica y maravillosa. Y ambos encajaban muy bien eran como dos piezas unidas perfectamente, tal y como ella imagino que lo harían. Termino el beso. Te amo Cristian y quiero que seas feliz aunque no sea a mi lado. Ahora sabes lo que siento. Vera es una mujer maravillosa que merece tu amor. Yo no seré un estorbo, ni una sombra entre ustedes Cris. Y te deseo de todo corazón que seas feliz. Emma iba a irse cuando Cris la detuvo de la mano. No sabes cuánto deseaba escuchar esas palabras de tus labios. Escucharte decir que me amas. Y lo mucho que soñé besar tus labios. Cris la acercó a su cuerpo. Sus labios estaban muy cerca. Emma podía sentir su respiración. Emma no imaginas cuánto te amo y por lo mismo preferí verte feliz aunque mi corazón se partiera en dos. Jamás imaginé esto y si es un sueño no quiero despertar jamás. No lo es, es la pura realidad. La verdad de unos corazones que se aman. Porque yo te amo Cris. Repítelo Emma. Te amo; te amo; te amo. Cris tomó sus labios nuevamente la beso con suma pasión. Y Emma estaba feliz porque no sólo saco lo que su corazón le dictaba y sentía si no que por primera vez era correspondida. La femme de ma vie. Esas palabras las dijiste la primera vez que llegue aquí. Y ya sé que significan. Cris sonrío. La mujer de mi vida. Sí, así es. Siempre lo supe desde la primera vez que te escuche y te vi. Emma sonrío y le abrazo. ¿Qué pasará con Vera? Vera y yo cortamos. ¿Porqué? ¿Cuándo? Pues hoy. Ella misma decidió terminar. ¡En serio! Pero se veía muy enamorada. Y lo esta. Pero se dio cuenta de que yo no. Yo le quería y sabía que con el tiempo podía llegar a amarla. Vera dijo que no estaba dispuesta a ser la sombra de alguien. Y que por más que me amara no aceptaría el hecho de que otra ocupará mi corazón. Y decidió terminar, no sin antes desearme lo mejor. Ella es un ser humano extraordinario. Y sé que se pondrá feliz porque al final el amor venció. ¿Cómo lo tomo Leo? Pues muy mal la verdad. Pensó que yo correspondería igual pero mi corazón estaba en otra parte. Cris la abrazo fuerte. No voy a soltarte jamás. Tampoco quiero que lo hagas. Está bien estaremos así una eternidad. Ambos rieron. Hoy comienza una vida para nosotros. Sí y le auguro pura felicidad. Nuevamente se unieron en un beso.

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