¿Oí bien? ¿Simón me acababa de decir que estaba enamorado de mí?
-Eh... Simón... Y-Yo... —Ni siquiera podía hablar. No sabía cómo reaccionar ante las palabras que me había dicho el chico así que dije lo primero que se me ocurrió.- Perdoname, Simón. Yo... Se me ha olvidado algo en el Jam & Roller. Después nos vemos.
Intenté sonar lo más real. Simón me miraba triste y yo me fui de allá cada vez más rápido y terminé corriendo. Una vez allí dentro, vi a Delfi y a Jazmín que estaban hablando con Luna. Me acerqué a ellas con la mano en el corazón y suspirando agobiada.
-Ámbar. ¿Qué te pasó?
-Necesito hablar con ustedes. —Dije sentándome en un sillón al lado de ellas. Miré a Luna de reojo. No quería que ella estuviese ahí y que escuchará todo.- Luna. Es un secreto.
-Me puedes contar, de verdad. Soy una tumba. —Dijo bromeando y yo asentí.
-Está bien. —Suspiré y empecé a hablar.- Simón me acaba de decir que está enamorado de mí.Todas se asombraron, sobretodo Luna.
-¿QUÉ? -Dijeron todas a la vez.
-¿Y qué le dijiste? —Dijo Delfi y me miró de arriba a abajo y me notó cansada.- ¿Te fuiste corriendo? –Dijo Delfi y después todas rieron.
-Es re horrible cuando no le dices a alguien algo de cara a cara. —Dijo Jazmín riendo.- Es lo menos.Las chicas no paraban de reírse. Yo me acomodé el cabello y me aclaré la garganta.
-Chicas, paren. Me fui de allí pero tampoco es para tanto, ¿No? ¿Creen que se enfadó?—Dije haciendo una mueca.
-¿Neta que hiciste eso? –Dijo Luna sin poder creérselo.- Pero. ¿Por qué lo hiciste?
-Me puse nerviosa.
-¿Y qué es lo que sientes en realidad por él?Me encogí de hombros y justo en ese momento llegó Simón.
-Chicas, escóndanme, por favor.
Las chicas se pusieron delante mía y yo me agaché escondiéndome para que no me viera.
-Chicas. ¿Vieron a Ámbar?
-No. No la vimos. —Dijo Delfi.
-Pero si hace un momento estaba... —Dijo Jazmín y Delfi la interrumpió dándole un codazo.
-¡Au! —Se quejó Jazmín. Simón la miró frunciendo el ceño.
-Bueno, si la ven, diganle que la estoy buscando.
-¡Claro que sí! —Dijo Luna sonriendo y después Simón se fue con Nico y Pedro a los lockers.Me levanté y miré a las chicas.
-Estuve cerca.
-Bueno, ya Ámbar. Estás siendo muy infantil. —Dijo Luna.
-¿Yo? ¿Infantil? ¿Y qué querés qué haga? —Le contesté enfadada.
-Por lo menos dinos a nosotras si te gusta o no Simón. Y no aceptamos un "no sé" como respuesta.Yo rodé los ojos y me crucé de brazos mirando hacia otro lado.
-Puede ser... —Volví a mirarlas y ellas me miraban esperando a que dijera algo más.- Sí. Me gusta Simón. O al menos eso creo. Pero no quiero que se entere todavía porque ha pasado todo muy rápido.
Luna estaba realmente sorprendida. Necesitaba irme de allí ahora mismo.
-¡Pero eso es genial! —Dijo Delfi sonriéndome.
-No sé yo...
-Tienes que animarte y decirle algo. —Dijo Luna.
-No lo haré, chicas.Narra Simón.
En los lockers:
-¿Y entonces qué pasó? —Dijo Nico.
-Se fue corriendo.
-¿Qué? —Dijo Pedro.- ¿Sin decirte nada?
-Bueno. Me dijo que se le había olvidado algo aquí pero yo no soy tonto. Sé que era una excusa para alejarse de mí.
-No. No creo que sea eso. —Dijo Nico.- Ámbar tiene mucho carácter. Si quisiese te pudiera haber dicho perfectamente que no te quería.
-Bueno. Pero ahora ha cambiado. A lo mejor no quería herirme. —Me encogí de hombros.
-O a lo mejor ella siente lo mismo por vos. —Dijo Pedro sonriendo.
-No, chicos. Dejen de imaginarse cosas que no son. —Dije triste.- Hablaré con ella para aclarar las cosas.
-Bueno. Nos vemos después. —Dijo Nico y después me fui.Al día siguiente me dirigí a casa de Luna para ayudarla con un examen del Blake que tenía dentro de una semana. Fui hacia la cocina y saludé a Mónica.
-Hola Mónica. ¿Sabes dónde está Luna?
-Sí. Está en su habitación. —Dijo la mujer sonriendo.Yo le sonreí de vuelta y me dirigí a su habitación y después llamé a la puerta.
-¿Puedo pasar?
Abrí la puerta lentamente y vi a Luna sentada en la cama y hablando con Ámbar que estaba sentada en un sillón. Ámbar y yo nos miramos fijamente durante unos segundos. Podría pasarme horas mirando sus hermosos ojos azules. Pero repentinamente volví la mirada a Luna.
-Hola Luna. Venía a ayudarte con lo de matemáticas pero veo que ya tienes ayuda. —Sonreí levemente y me dirigí de nuevo hacia la puerta con la intención de irme.
-No. Quedate, Simón. Podemos ayudarla entre los dos.Me giré e intenté sonreír. Luna nos miraba a los dos sonriendo, como si quisiera que algo pasara entre nosotros.
-Tampoco es que sea muy bueno en matemáticas.
-Dale. Vení. —Dijo Ámbar y asentí, después me senté en el borde de la cama.Tras 5 minutos explicándole una fórmula a Luna entre los dos, la miré alzando las cejas.
-Y bien, ¿Te enteraste? —Le dije a Luna.
-Sí. Sí. —Dijo ella asintiendo y después miró a Ámbar con cara de no saber nada. Se empezaron a reír y yo no me enteré de lo que pasaba.
-Es una mentirosa. Ni siquiera se enteró. —Dijo Ámbar lanzándole un cojín a Luna aún riendo.A partir de ese momento, ambas empezaron una guerra de almohadas. Yo las miraba riendo hasta que Ámbar me dio con una.
-Hey, basta. —Dije y le di con la almohada de vuelta. Luna nos miró sonriendo.
-Bueno. Me acabo de acordar de que me dejé unos apuntes abajo. Ahora vengo. —Dijo Luna y nos dejó a solas a los dos.No sabía qué decirle.
-Oye Ámbar.
-Dime. —Dijo ella. Se notaba nerviosa.
-¿Por qué te fuiste corriendo?
-¿Yo? ¿Corriendo? No. No me fui corriendo. Sólo tenía prisa.
-¿Prisa de qué? —Dije sin entender.- Mira. Te voy a hacer una pregunta muy sencilla, ¿Vale? Sólo respondeme con sinceridad y prometo que me alejaré si lo deseas.
¿Sientes lo mismo que yo?
-Eh...
-Di algo y te dejaré en paz.
-Es que yo...
-¿Sí o no? Por favor, Ámbar, dime algo.
-N-no. No siento nada por vos. Lo siento, Simón. Igual podemos seguir siendo amigos, ¿Verdad? —Dijo ella sonriendo.Hice una mueca y miré hacia otro lado.
-No creo que pueda. Permiso. —Dije esquivándola y yéndome de allí.
Al pasar por la cocina, Luna frunció el ceño.
-Simón. ¿Qué te pasó?
-Nada. Sólo creo que debería irme.
-¿Pero por qué?
-No te preocupes. Estoy bien. —Dije y salí de allí.Narra Ámbar.
Me quedé sóla en la habitación hasta que Luna entró de nuevo.
-¿Se puede saber qué hiciste?
-¿Yo? Nada.
-No, Ámbar. Simón se fue super triste. Él decía que estaba bien pero yo le conozco y sé que no lo está.
-Se enfadó conmigo porque le dije que no sentía nada por él. —Hice una mueca.
-¡Pero si tú misma dijiste que te gustaba!
-Y me gusta, creo. Pero no estoy preparada para decirle nada. Lo siento.
-Ámbar por favor. Tienes que decírselo antes de que sea demasiado tarde. Sino se lo diré yo.
-Por favor Luna, no le digas nada.
-No lo haré pero porque no quiero meterme en donde no me llaman. Pero más vale que lo solucionen pronto.Yo tragué saliva y después salí del cuarto.
Bueno. Hoy subiré dos capítulos porque la semana pasada no subí ninguno. Espero que les guste. :)
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Simbar: Todo Cambió.
Teen FictionSimón es un chico simple y divertido al que le gusta pasar tiempo con sus amigos. Le encanta tocar la guitarra y componer canciones, mientras que Ámbar es una chica egocéntrica, millonaria y vive en una mansión con su madrina. ¿Podrá Ámbar enamorars...