-¿Estáis listos? -Dijo mi padre mirando atrás, donde estábamos los dos ya sentados para ir a ver a las Miller.
-Claro, arranca ya hombre. -Dijo mi madre y mi padre arrancó.
Fuimos al aeropuerto ya que con coche se nos haría demasiado largo.
Mi padre sólo nos dejaba en el aeropuerto ya que él solo se volvía a casa, pero mi madre tenía que ir a hacer unos papeles allá.
Después de cuatro horas de viaje llegamos y mi tía nos vino a buscar.
-¡Hola! ¿Como estais? -Dijo al vernos.
-Bien. -Respondimos.
Llegamos a su casa y no estaban las chicas. Le preguntamos a nuestra tía y dijo que llegaron por la tarde, ya que se habían ido de acampada con el instituto.
Al llegar la tarde mi madre cogió un tren para irse a la ciudad del lado, donde tenia que hacer unos papeles, y que ya volvería el día siguiente para volver a casa.
Cuando llegaron las chicas quisieron ir a una fiesta que montaba una tal Kayla, estaba agotada así que lo rechace, pero Harry no.
-No puedo dormir. -Dije y se oía a Riley roncar.
Estuve bastante rato dando vueltas hasta que me dormí.
Al día siguiente la asquerosa de Riley me levantó. No me gusta que me levanten.
Bajamos a la cocina y estaba Harry ya despierto, aunque no tenía buena pinta.
-Cierren las persianas que entra mucha luz. -Dije poniéndome las manos en los ojos. -Oh Dios mio que cara de monstruo llevas.
-Gracias. -Dijo Harry acomodándose el pelo.
-Pero si eres mas ojeras que persona.
-Suficiente.
-Oh Dios y tu aliento huele a alcohol.
-Ya.
-Mira... ¿Y este moretón? -Dije tocando el moretón que tenía Harry al lado de la cara.
-¡Vale! -Gritó él y apartó la mano de su cara. -¡Duele!
-Lo sé. -Dije riendo.
Después de un rato salió Riley con su chaqueta, al parecer iba a salir.
-¿Donde vas? -Pregunté
-Voy a comprar unas cosas. -Dijo ella y salió.
Evitaba más preguntas.
-Voy a salir. -Dije.
Me aburría demasiado estar en casa así que quería salir.
-Te acompaño. -Dijo Audrey.
-Vale.
Salimos a la calle y el aire aún era húmedo, no hacía frío, pero tampoco era para ir con tops y gafas de sol.
-¿Donde me recomiendas?
-Bell's es una heladería fantástica.
-¿Con este frío?
-Claro. -Rió ella y fuimos a esa heladería.
La verdad es que la heladería era muy grande y bonita, lo que compartimos Audrey y yo es que a las dos no encantaba el helado de vainilla.
Nos sentamos y estuvimos charlando.
-¿Y como es ese tal Daniel del que estás enamorada? -Dijo ella sonriendo.
-No sé como describirlo... -Dije avergonzada.
-Mira, ahí está Jake. -Dijo mirando por detrás de mi hombro.
-¿Jake?
-Mi chico. -Dije sonriendo. -Pero no sé quién es ese.
-¿Quién? -Me giré y vi a Daniel. -No puede ser.
¿Daniel? ¿Qué hace él aquí?
-¿Que pasa?
-Él, él es Daniel Carter
-Él es Jake Carter.
-El de al lado. -Dije y Jake levantó una mano para saludarnos. Me giré lo más rápido que pude antes de que Daniel me viera.
-Ah... Si tienen el mismo apellido deben ser primos ¿No?
-Oh Dios mío.
-Hola bonita. -Dijo Jake mirando a Audrey.
-Hola. -Dijo ella sonriendo.
-¿Y ella quien es? -Dije y levanté la mirada y me encontré a Daniel.
-¿Carrie?
-¿Daniel? -Intenté hacerme la sorprendida.
-¿Qué haces aquí? -Dijo él.
-He venido a visitar a mi prima ¿Y tú?
-Yo a mi primo. -Y señaló a Jake.
-Que pequeño es el mundo. -Dijo Audrey riendo.
Se sentaron con nosotras pero después de poco rato mi tía nos llamó para que fuéramos a casa.
Mi madre ya estaba a punto de llegar y ya nos tendríamos que volver a casa.
-Vamos a comer, la tía llegará de aquí una hora aún. -Dijo mi tía y empezamos a comer.
-Que raro, es la primera vez que comemos todos juntos. -Dijo Riley.
-Ya. -Dijo Audrey.
-Esque os tengo que comentar una cosa.-Dijo mi tía.
-Pues dilo. -Dijo Hailey.
-Ayer hable con vuestro padre, Harry y Carrie, estuvimos hablando sobre cómo sería si me mudase a Crossville.
-Mamá, dijistes que solo era una posibilidad poco probable.
-Ya, eso era antes, vuestro tío me ha conseguido una casa, nos mudamos de aquí dos semanas, cuando acabéis el instituto.
-¿Que? -Dijeron Hailey y Riley al unísono.
Audrey solo se levanto de la mesa y se fue, salió de casa, y había un fuerte tormenta.
-Voy a buscarla. -Dije y cogí un abrigo.
Miré a los lados y apenas se veía algo, pero luego vi una sombra correr y supuse que era ella.
Después de cinco calles la encontré sentada en un banco con la mano en la cara. Estaba empapada.
-Audrey... -Dije y le entregue mi abrigo. -Te vas a resfriar.
-No me importa. -Dijo ella.
-Pero no es tan malo mudarse. -Dije sentandome a su lado. -Mudarse es acostumbrarse a algo nuevo.
-Yo no quiero perderlo todo.
-No lo vas a perder. Tal vez es solo el destino el que no quiere que sigas aquí, y te está ayudando, todo pasa por un motivo.
-Pues que le den al motivo.
-Audrey, volvamos a casa. -Dije cogiéndola del brazo y la llevé a casa.
Llegó a casa y se subió a su habitación. No me extrañaría que cogiese un catarro.
Mi madre llegó y ya hicimos la maletas para irnos de nuevo al aeropuerto.
Maratón 2/4.
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¿Otra vez tarde Miller?
Humor"Nadie me advirtó de los problemas que tendría por venir al instituto." Segunda historia de la trilogía de las Miller. Historia totalmente independiente a la otra. "#808 en Humor 04/02/2017" "#298 en Humor 23/03/2017"