Tarde de helado. Especial, parte 1/3.

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La hora del almuerzo fue bastante agradable, entre conversaciones triviales y comentarios fuera de lugar, e indirectas de parte de los jóvenes para con los adultos, la tarde pasó rápidamente. Y el alter-ego de la gata de Ciudad Gótica resolvió proponer, sonriente:

-Bruno ¿qué opinas si llevamos a los niños a comer helado?-preguntó dulcemente Selyna Kyle, siendo oída por ambos adolescentes-

Volteándose al mismo tiempo, dijeron al unísono:- ¡Sí! ¡Por favor!-pusieron la cara más adorable que eran capaces-

-Por favor, señor Diaz-pidió dulcemente y con mucho respeto la chica rubia-

-Ash... bien...-sonrío vencido-

Los cuatro salieron, y subieron al automóvil negro que esta vez conduciría el joven millonario.

Llegaron a la heladería, era amplia y muy bonita, y el servicio era altamente recomendable.

Bruno y Selyna pidieron un helado especial para dos, de chocolate y cereza, con sirope de fresa. Dick pidió un enorme helado de dulce de leche con chispas de colores, y Gwen uno igual de grande, pero de fresa y amaretto, con sirope de ciruela.

Los cuatro disfrutaron de los deliciosos helados, y al finalizar con el helado ambos adolescentes pidieron malteadas con mucha, MUCHA crema chantillí, y una cereza la de Gwen. Ambos adultos los miraban sorprendidos de que tuvieran espacio para tanto dulce. "Estamos en crecimiento, y esto está buenísimo" fue la respuesta que dieron al unísono.

-Oigan, ¿sabían que hay una feria cerca de aquí?-preguntó Gwen cuando iba por la cuarta malteada y el segundo muffin-

-Sí, está realmente cerca. Creo que incluso podríamos ir a pie-confirmó Dick- ¿Podemos ir Bruno? ¿Por favor?-suplico con el pitillo de su quinta malteada apretado entre sus dientes-

-No los sé...-respondió dudoso-

-¡Por favor!-suplico la rubia-

-Lo pensaré mientras se terminan sus malteadas-condicionó-

Entonces la chica rubia intencionalmente empezó a decir:

-Dick, ¿qué es lo que dicen los chicos del colegio respecto a esa feria?-preguntó esperando a que el chico captara sus intenciones y le siguiera el juego-

-Dicen que es el lugar más genial de la ciudad-dijo como quien no quiere la cosa, siguiendo el juego-

-Sí, y las chicas de nuestro salón, las que viven declarándosete a cada rato más que todo-dijo con un leve rastro de celos- dicen que el Túnel del amor es "romantiquísimo" y no sé qué otras cursilerías más-esto ultimo lo dijo viendo a la mujer de voluptuosas curvas-

-Y que la vista desde la Rueda de la Fortuna es "impresionante". Que ique se ve toda la ciudad-continuó el chico, quien sonreía pues había notado los celos de la rubia-

-Ya basta-intervino esta vez Bruno Díaz, deteniendo la plática de los adolescentes- No crean que no me di cuenta de lo que pretenden hacer...-los miro con el ceño fruncido-

-Entonces... ¿nos llevarás?-preguntó Dick con una amplia sonrisa en el rostro, tan amplia como la de Gwen-

-Sí...-era la segunda vez que cedía en esa tarde-

-¡Genial!-exclamaron con una sonrisa-

Selyna Kyle, la gata de Gótica veía todo con aire de enamorada, pues le gustaban una y cada una de las cosas que hacía su murciélago millonario.

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Primera parte lista.

¡Travesura realizada! ¡Ave semidioses!

La hija del JokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora