La feria en efecto estaba bastante cerca, tanto que pudieron llegar a pie.
Lo único molesto fue la aparentemente interminable fila para comprar las entradas. Cuando por fin las obtuvieron, ambos adolescentes entraron corriendo a la feria.
Los cuatro juntos se subieron primero a los carros chocones y luego a la montaña rusa. Al bajarse de allí la primera vez, Selyna estaba mareada, pero Dick y Gwen se montaron dos y tres veces más. Para entonces ambos grupos se separaron en direcciones diferentes.
Luego de la montaña rusa, Dick y Gwen fueron a la Casa de los espejos.
-¡Este lugar es genial!-exclamó la rubia mientras halaba del brazo al azabache-
-Jaja... sabía que te gustaría.-respondió levemente sonrojado-
Pasaron alrededor de 15 minutos caminando en la Casa de los Espejos, comentando y burlándose mutuamente el uno de la apariencia del otro. Si se veían muy gordo, muy flaca, cabezón, enana, etc, etc, etc.
Entraron después a la Casa del Horror, y esta vez fue Dick quien halaba del brazo a Gwen, con una expresión entre decidida y maligna, pues sabía lo mucho que la rubia odiaba esa clase de lugares; y para el mal de la rubia, no sólo había una casa del horror, sino además un Tren Fantasma.
Para que se le pasara el miedo a la rubia, Dick la llevó después a las tazas giratorias, algo calmado quizás ayudara; y tenía razón, Gwen logró calmarse, no sin antes haber intentado matar al azabache con sus propias manos en "venganza".
Media hora más tarde, Gwen llevaba a Dick a un juego de "Mida su fuerza", aunque lamentablemente no ganaron nada. Se habían encontrado allí con un Bruno Díaz con la camisa desarreglada, y besos por todo su rostro, y una Selyna Kyle sumamente sonriente, y más colgada al brazo del alter-ego del Caballero de la Noche; se notaba que habían pasado varias veces por el Túnel del amor. Bruno estaba decidido a ganar un premio para su hermosa acompañante.
-Dick, Gwen-los llamó- Antes de que se vayan otra vez...-le dio a cada uno 500 dólares- Compren lo que quieran, pero no enloquezcan, ¿eh?-les sonrío y revolvió el cabello del chico-
-Gracias Bruno/Señor Diaz-respondieron a la vez antes de irse nuevamente-
-Parece que confías mucho en ellos...-ronroneo dulcemente Selyna en su oído, causándole más de un escalofrío-
-Los dos son buenos chicos...-dijo sonriente-
Con Dick y Gwen:
Ambos chicos guardaron los 500 dólares y llegaron a un juego de "Tiro al blanco", de esos en los que como premio te dan un peluche si aciertas.
-Gwen, ¿cuál es tu animal favorito? Porque voy a ganar un peluche de uno para ti-sonrío arrogante-
-Hmmm... me gustan los koalas y...*y los petirrojos, pero eso no te lo voy a decir*-pensó lo último sonrojándose un poco-
-¿Y?-la animó a seguir-
-Y los calamares, ¿por qué?, no lo sé-se encogió de hombros-
-Hecho-se acerco al juego y le pagó un dólar al encargado, quien le dio a cambio tres pelotas de béisbol-
Apuntó con cuidado, y lanzó una bola rápida que derribó el primer conjunto de botellas; hizo lo mismo con el segundo y el tercero. Ganando el "premio mayor": uno de los peluches grandes.
-Dime niño, ¿cuál quieres?-preguntó el encargado sin mucho ánimo-
-Ese, el grande del koala-señaló un koala grande y visiblemente apapachable-
-Bien...-se lo dio, y este a su vez se lo dio a Gwen, quien lo recibió con una enorme sonrisa y dándole un beso en la mejilla, lo que provocó el sonrojo de ambos chicos-
Se alejaron a paso lento de allí, mientras ella abrazaba con fuerza a su koala.
🌃
Segunda parte lista.
¡Travesura realizada! ¡Ave semidioses!
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La hija del Joker
ФанфикEl Joker y Harley Queen tienen una hija que es tan loca y desquiciada como su padre... eso, hasta que conoce a un petirrojo insoportable, que la hace dudar de lo que de verdad desea hacer en su vida... Cabe destacar que el universo de Batman y todos...