El enemigo en casa.

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Ese mismo sábado, tanto Bruno Díaz como Dick Grayson tendrían visitas inesperadamente esperadas...

-Bruno, hoy va a venir Gwen. Vamos a empezar a hacer el proyecto de este trimestre.-dijo el joven pelinegro al momento del desayuno-

-Normalmente haces esos proyectos solo, Dick...-respondió el hijo favorito de Ciudad Gótica con una expresión divertida en su rostro-

-Porque normalmente no hay nadie que iguale mi IQ.-sonrío arrogantemente- Y este año todo es diferente, ella es diferente...-dijo lo último un poco sonrojado-

-Ya veo. ¿Y a qué hora va a venir?

-Oh... eso sí no me lo dijo...-respondió algo avergonzado-

-Bueno, si llega para antes del almuerzo podrá disfrutar de el delicioso zuchini que voy a preparar...-dijo Alfred esta vez-

En ese momento sonó el timbre de la Mansión.

-Yo abriré, a lo mejor es ella.-dijo Dick parándose rápidamente y yendo a paso ligero hasta la puerta-

Al abrirla, se encontró cara a cara con una mujer de cabello negro, largo hasta los hombros; y de despampanantes curvas.

-Buenos días. ¿Bruno Díaz se encuentra en casa?-preguntó amablemente la mujer-

-¿Quién lo busca?-inquirió con desconfianza el chico-

-Mi nombre es Selyna Kyle...-sonrío-

-Un momento. Pase por favor-dijo antes de regresar corriendo al comedor-

-Dick, ¿quién es?-quiso saber Bruno-

-Es Selyna Kyle...-respondió con una pícara sonrisa en su rostro-

-¿Q-qué?-se atragantó con saliva y se puso de pie como si la silla tuviese un resorte- ¿Y me está esperando?

-Sí, está en la sala...-no termino de hablar cuando Bruno Díaz ya se había ido casi corriendo hasta la sala-

-Ah, el amor joven...-dijo Alfred con un suspiro al ver la reacción de su protegido-

Ni bien había pasado media hora cuando el timbre había vuelto a sonar.

-Espero que ahora sí sea Gwen...-dijo temblorosamente el chico-

Abrió la puerta y allí estaba de pie la chica rubia.

-¡Gwen!-saludo con sorpresa y un leve sonrojo el pelinegro-

-¡Buenos días Dick!-saludo alegremente la chica- ¿Puedo entrar?

-Claro, por supuesto...-dijo haciéndose a un lado para que ella entrara- ¿Cómo estás?

-Muy bien, gracias. ¿Y tú?

-Genial, ahora que estás aquí.-apenas se dio cuenta de lo que dijo se sonrojó-

-M-me alegro... ¿t-te parece si empezamos con e-el proyecto?-quiso cambiar de tema, también sonrojada-*Se ve tan lindo sonrojado...*

-*Idiota. ¿Por qué dijiste eso? Con razón cambio de tema... Ash... pero es que se ve tan linda sonrojada...*-pensó atropelladamente el azabache-Sí. Vayamos al comedor, allí tendremos mayor comodidad... y ello tendrán privacidad-señalo hacia donde estaban Bruno y Selyna, sonriendo pícaramente-

-¡Oh! ¡Jiji! Vámonos...-sonrío de igual forma al ver a la "pareja"-

Fueron rápidamente hasta el comedor.

La hija del JokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora