Beso en la Rueda de la Fortuna. Especial, parte 3/3.

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-Gracias. Ahora es mi turno de ganar algo para ti.-comentó Gwen al pasar delante de uno de "Dispare al pato"- Tendrás que decirme cuál es tu animal favorito-

-Bueno, es una difícil decisión. Creo que, aunque no lo parezca, me gustan los... petirrojos y los delfines-

-Hecho-le dio el dólar a la chica que allí estaba, y esta a cambio le dio una pistola de aparente alto calibre, con la que le dispararía a los patos.-

Al tener el arma entre sus manos no pudo reprimir una sonrisa bastante maligna y sádica. Apuntó a los "desafortunados" patos amarillos y disparó rápidamente, acabando con uno y cada uno de los patos.

-¡FELICIDADES!-exclamó alegre la chica encargada- ¡Ahora puedes escoger tu premio!-exclamó con el mismo entusiasmo-

Busco con la mirada y encontró lo que buscaba:

-Deme ese, el gran delfín morado-lo señaló, y la chica se lo dio- ¡Gracias!-tomo el peluche y se lo dio a Dick, y este a su vez le devolvió el koala-

Caminaron hasta que llegaron a la Rueda de la Fortuna y se montaron en ella.

La Rueda de la Fortuna subía y giraba lentamente, con una agradable melodía, y junto con la fresca brisa nocturna y la perspectiva de gran parte de la ciudad, en todo su esplendor nocturno, brindaba una ocasión especial para el romance.

-Que hermosa se ve Ciudad Gótica desde aquí...-dijo Gwen soltando un suave suspiro- *pero no debo distraerme de mi misión: derrotar a Robin, aunque muy a mi pesar ni yo misma sé si podré continuar con eso...*-pensó mientras veía como la brisa levantaba y desordenaba el oscuro cabello azabache de su rival-

-Se ve tan tranquila... hasta parece otra ciudad...-comentó al aire el azabache- ¿Sabes qué es más hermoso que la vista de la ciudad desde aquí?-preguntó cuándo otra vuelta se completaba y la cabina en la que estaban volvía a subir-

-¿Qué cosa?-preguntó curiosa-

-Tus hermosos ojos azules-puso su mano sobre la de la chica, ese solo toque hizo que Gwen se sonrojara-

-Gracias...-susurro apenas, cuando los brazos del chico la rodearon sin previo aviso, acercándola al cálido pecho del muchacho de cabello azabache y ojos azules cuales zafiros-

-Hace frío-fue toda la explicación que le dio, apretando el abrazo-

La cabina había llegado a lo alto cuando de repente se había ido la luz en toda la ciudad; Gwen, inconscientemente, apretó más el abrazo, clavando sin darse cuenta sus uñas en la espalda del chico.

-Ay...-se quejó levemente, pero no la soltó-

-Lo siento...-se removió en sus brazos, buscando soltarse- No me gusta la oscuridad...-se excusó-

-No temas, yo estoy contigo-levantó su rostro sujetándola del mentón, para poder verla a los ojos, sin soltarla- Y la oscuridad casi nunca es absoluta-la hizo levantar la mirada hacia el cielo, completamente plagado de hermosas y brillantes estrellas-

-Son hermosas...-susurró-

-Al igual que tú...-dijo suavemente-

Y aprovechando la cercanía del momento, todas las emociones que sentía en ese momento, y que ella no lo miraba directamente a los ojos, le dio un suave y tierno beso en los labios. La chica se sorprendió por esa acción, pero igualmente correspondió a ese lento y tierno beso, pues ella también lo deseaba, lo anhelaba con ansias.

Se separaron completamente sonrojados, mirándose directamente a los ojos, azul eléctrico contra ámbar disfrazado de azul. Y como si fuera una cruel obra del destino, la electricidad volvió, y la Rueda de la Fortuna continuó su recorrido hasta el suelo, deteniéndose finalmente.

Salieron cada uno con su peluche de feria en una mano, y la que habían dejado libre la entrelazaron con la del contrario.

Solo restaba esperar a que los adultos regresaran para poder irse a casa.

Ese sería un día, y un beso, que jamás olvidarían.

🌃

¡Fin de la tercera parte!

¡Me quedó hermosho!😍
Soy una romántica cuando quiero...😘

Espero que les haya gustado... ¡Voten y comenten plox!

¡Travesura realizada! ¡Ave semidioses!

La hija del JokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora