Al despertar me incorporé en mi cama y sonreí para mí misma al recordar aquel sueño.
Apagué mi alarma que aún sonaba de manera estridente, entonces me dispuse a comenzar mi rutina matinal.
Despertaba a las seis a.m. todos los días antes que mi madre lo hiciera. Lo primero que hacía era preparar café para ella y para mí. Mi madre es cubana, así que no es raro que desde pequeña ella me introdujera en el mundo de la cafeína. Yo había cumplido 16 años recientemente y ya era adicta a un buen café por la mañana.
Después me daba un baño, secaba mi cabello y me pasaba un buen rato contemplando mi demacrada apariencia en el espejo. Cabello castaño oscuro, ojos tristes y marrones, tez morena y un cuerpo delgado que aún no se dignaba a dar señales de feminidad, ¿Cuando tendría las curvas de mi madre? Apuesto que a mi edad, ella ya era objeto de suspiros y pulsos acelerados. Suspiré frente a mi reflejo en forma de rendición, convencida de no poder hacer más por mi apariencia.
Me dirigí a la cocina de nuestra pequeña casa detrás de los jardines. Aquella casita contaba con dos recamaras, un baño, una pequeña sala y la cocina.
Mi madre se encontraba de pie frente a la cafetera absorbiendo su bebida matutina.
-Buenos días cariño. -me dijo dedicandome una sonrisa.
- Buenos días ma' -le respondí, aún de malas por mi intento fallido de verme bien esa mañana
-Bebé, no se porque te la pasas horas frente al espejo, tú eres la niña más bella que he visto en la vida. -me dijo en español con su peculiar acento cubano y un semblante de preocupación en el rostro.
- ¡¿Es que me has estado espiando?! - le contesté también con mi fluido español. - maaaa!....por supuesto que tu piensas eso, eres mi madre.
-No necesito ser tu madre para darme cuenta de que te estas convirtiendo en una mujer Camilita. Una mujer preciosa. Tienes los ojos de tu padre. Más temprano que tarde alguien caerá en sus encantos tal cómo me paso a mí con los de el. - me dijo acercándose y acariciando con su mano mi rostro, en forma de asentimiento le sonreí y besé su mano.
Mientras mi madre se encontraba ya en la casa grande preparando el desayuno para la familia Jáuregui, yo preparaba mis cosas para las clases de ese día frente a una ventana en la que se podía ver desde el otro extremo del jardín las ventanas del segundo piso. Así es, la ventana de Lauren Jáuregui.
Cada mañana, sin falta, ella se ponía frente a la ventana en una bata de baño, secaba su mojado cabello y lo cepillaba con delicadeza.
Yo me había creado el hábito de mirarla mientras hacia todo aquello. Era un hermoso espectáculo.
Y allí estaba esa mañana... tan preciosa con su piel blanca como la porcelana y cabello tan negro que hacia que los rayos del sol se reflejaran en él, y sus ojos.
Para hablar de sus ojos, tendría que hacer un apartado especial; pero siendo concreta, ¡aquellos ojos me tenían vuelta loca!.
Eran profundos y llenos de misterio; de un verde azulado incomprensible.¿Cómo es que tanta belleza cabía en una sola persona?. Y no me detengo sólo en su belleza física. Aquella chica era inteligente, divertida y con un buen corazón.
Todas aquellas características la hacían ser una de las chicas más populares del Instituto, y no es que ella se esforzarse mucho por aquel título. Ella era más bien reservada con el resto de la gente; todo el mundo la conocía claro, pero ella no estaba interesada en conocer a todo el mundo; y no porque fuera arrogante o algo por el estilo, si no que tenía claro que los amigos verdaderos son muy escasos. Por supuesto eso no le quitaba su fama de niña buena; aquella que gustaba de ayudar a los demás, a la que si saludabas en el pasillo del instituto seguro te dedicaba una sonrisa amistosa. Ah, y por si fuera poco tambien era la mejor alumna de su clase.
Todos se limitaban a pensar en Lauren Jáuregui como una adolescente perfecta, incluso causaba envidia entre las amigas de su madre, cuando esta presumía de las altas notas de su hija o de su increíble rendimiento en los deportes y diversas artes.
Pero nadie se detenía a pensar... ¿qué pasaba por la mente de aquella chica? ¿cuáles eran sus sueños y anhelos? ¿que se escondía debajo de aquella imagen de chica perfecta?. Ese verano sólo lo descubriría yo.
ESTÁS LEYENDO
The good girl (Camren)
FanficAmigas para siempre fue la promesa. Una promesa que cada dia me cuesta mantener en pie. Si solo te miraras de la manera en la que yo lo hago, si solo pudieras ver lo que el mundo está dispuesto a dar por ti. Lo que yo estoy dispuesta a dar por ti. ...